El Consejo de Salubridad General publicó la Guía Bioética de Asignación de Recursos de Medicina Crítica , que tiene como propósito orientar las decisiones del personal médico en caso de que la epidemia por COVID-19 genere una demanda de recursos de medicina crítica imposible de satisfacer.
El documento, fechado el 10 de abril y disponible en internet, señala a qué pacientes debería de darse prioridad en cuanto atención en caso de llegar a esa situación, para lo cual se tomarán en cuenta factores como la edad o incluso el azar, como un volado.
La Guía establece como "casos prioritarios" al personal de salud que combate la emergencia de COVID-19, a menos que tenga comorbilidades que dificulten la atención o su pronóstico sea desfavorable.
"La priorización de dicho personal de salud debe de ser absoluta. Esto quiere decir que el personal de salud que hace frente a la pandemia deberá de pasar al principio de la lista para obtener recursos escasos de medicina crítica cuando esto sea requerido.La única excepción a este punto es cuando el personal de salud presente tales comorbilidades, o su pronostico sea tal, que sería fútil que se accediera a recursos escasos de medicina crítica", señala el documento.
Precisa que "es por el valor instrumental que tienen para hacer frente a la epidemia que se debe de dar prioridad a dicho personal de salud".
Y añade que se entiende por 'personal de salud' no únicamente a las y los médicos tratantes, "sino todo el personal que opera en primera línea: enfermería, terapeutas respiratorios, personal de mantenimiento que desinfecta las instalaciones, camilleros, etc.".
En el apartado "Cómo resolver empates", la Guía explica el proceso que debe llevarse a cabo en caso de que exista un empate en el puntaje de priorización entre dos o más pacientes, en donde se tomará en cuenta la edad del paciente.
"En un primer momento se deberá de recurrir al principio vida-completa. Ello quiere decir que pacientes más jóvenes han de recibir atención de cuidados intensivos sobre pacientes de mayor edad. Las categorías de edad propuestas son: 0-12, 12-40, 41-60, 61-75, y +75", apunta el documento.
Añade: "Si recurrir al principio de vida-completa no desempata a los pacientes entonces la decisión sobre quién recibirá acceso a los recursos escasos deberá de tomarse al azar (por ejemplo, lanzando una moneda). Cuando los pacientes se encuentren empatados hay que tomar en cuenta que la tasa de mortalidad por COVID-19 no es la misma entre los sexos".
Sobre este punto, la Guía aclara lo siguiente: "Recurrir al principio de vida-completa no discrimina injustamente a las personas comparativamente más viejas. Ello es así pues la persona que no recibe tratamiento ha gozado de un bien, vivir una vida que incluye más etapas, por más tiempo".
La Guía apunta que durante la emergencia de salud pública el objetivo principal es salvar la mayor cantidad de vidas, en primer lugar, y la mayor cantidad de vidas-por-completarse, en segundo lugar. Lo cual, sostiene, hace necesario que se reevalúe de manera periódica la provisión activa de cuidados críticos, como el uso de ventilación mecánica.
"De lo contrario, pacientes que es muy improbable que sobrevivan utilizarán recursos escasos por mayor tiempo del cual les proporciona beneficio clínico, poniendo en peligro el objetivo de salud pública".
Para el proceso de reevaluación, apunta el documento, todos los pacientes que se encuentren en la unidad de cuidados críticos serán puestos en un periodo de evaluación inicial. El periodo de evaluación inicial será determinado de acuerdo con las características de la enfermedad.
"Si durante el periodo de evaluación inicial el paciente se deteriora de manera catastrófica (por ejemplo, shock refractario), el equipo de triaje podrá tomar la decisión de suspender dicho periodo de evaluación".
"A los pacientes que muestren mejoría se les permitirá continuar siendo tratados en la unidad de cuidados críticos. A los pacientes que muestren una declinación clínica substancial de acuerdo con estándares clínicos objetivos y de la escala SOFA, se les retirará la atención de cuidados críticos. Esto incluye, por ejemplo, retirar la ventilación mecánica asistida".
"Retirar al paciente de cuidados críticos solo se realizará después de que esta decisión le sea comunicada al paciente y/o a sus familiares. Y que ellos a su vez tengan la oportunidad de apelar la decisión", agrega la Guía.