Días antes de que comience el lanzamiento mundial de la vacuna de Sinovac Biotech con la inoculación en vivo del presidente de Indonesia, la incertidumbre gira en torno a la eficacia de la principal vacuna china, para la cual se han publicado cuatro tasas de protección distintas en las últimas semanas.
Indonesia, que está actuando con la mayor rapidez en la distribución de la vacuna de Sinovac a su población, informó que un ensayo local mostró una eficacia de 65 por ciento contra el COVID-19, pero solo mil 620 personas participaron en el ensayo, una muestra demasiado pequeña para obtener datos significativos.
Turquía informó el mes pasado que la misma dosis mostró una eficacia de 91.25 por ciento en su ensayo local, que también fue demasiado pequeño para llegar a una conclusión relevante.
En Brasil, donde se está llevando a cabo el mayor ensayo de Sinovac con más de 13 mil personas, se han publicado distintas tasas de eficacia. El socio local de la compañía en los ensayos, el Instituto Butantan, informó la semana pasada que la vacuna era 78 por ciento efectiva en la prevención de casos leves de COVID-19 y 100 por ciento efectiva contra infecciones graves y moderadas.
Sin embargo, un sitio web local de noticias informó esta semana que la tasa de eficacia 'verdadera' era de entre 50 por ciento y 60 por ciento, citando fuentes no identificadas. El Instituto Butantan señaló que esto era "especulativo" y que el martes publicaría datos adicionales.
Esta no es la primera vez que se observa una superposición de datos de eficacia en la carrera por la vacuna contra el COVID-19 —AstraZeneca presentó el mes pasado dos tasas de protección distintas basadas en diferentes regímenes de dosificación—, y todos los hallazgos están por encima del umbral de 50 por ciento de eficacia requerido por los reguladores para su aprobación.
Sin embargo, la confusión, la cual se presenta en momentos en que varios Gobiernos se comprometen a inocular a sus ciudadanos con la vacuna de de Sinovac, está generando escepticismo sobre las dosis chinas, para las cuales se ha entregado menos información sobre la seguridad y los ensayos que para las principales vacunas de occidente.
La confusión de datos arriesga socavar aún más la confianza en las vacunas que el presidente Xi Jinping ha prometido compartir con el resto del mundo como un bien público global.
"Hay una enorme presión financiera y de prestigio para que se exageren enormemente los resultados de estos ensayos", dijo Nikolai Petrovsky, profesor de la Facultad de Medicina y Salud Pública de la Universidad de Flinders.
"En muchos casos, estas exageraciones también tienen motivaciones políticas, ya que los países que no han logrado controlar adecuadamente la pandemia ahora quieren exagerar los beneficios de las vacunas para ganar votos y apaciguar los disturbios locales".
Un portavoz de Sinovac declinó comentar sobre las cifras de sus ensayos en Brasil, Turquía e Indonesia y señaló que su socio de Brasil publicará más datos esta semana.
El problema de los datos parece estar retrasando la aprobación regulatoria de la vacuna de Sinovac en algunos países.