Argentina se convirtió este miércoles en el primer país del mundo (fuera de la que antes era conocida como Unión Soviética) que aprueba la vacuna contra COVID-19 llamada 'Sputnik V'.
Antes de Argentina, la primer nación que aprobó esta vacuna fue Bielorrusia, que hasta 1991 formó parte de la URSS.
La aprobación del país sudamericano se produce mientras un avión de Aerolíneas Argentinas espera un cargamento de vacunas para ser cargado en Moscú antes de regresar a Buenos Aires.
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, dijo a principios de este mes que esperaba vacunar a 300 mil argentinos antes de fin de año y a 10 millones de ciudadanos en los dos primeros meses de 2021 utilizando la llamada vacuna 'Sputnik V'.
Fernández, de 61 años, comentó que él mismo se pondría la vacuna, aunque aún no se han publicado los resultados finales de los ensayos con adultos mayores de 60 años.
"Es muy importante que Argentina comience a vacunar lo antes posible", señaló Carla Vizzotti, secretaria de Acceso a la Salud del país, en una entrevista radial este miércoles. La vacuna "es una herramienta fundamental para minimizar el impacto".
Con una población de 45 millones de personas, Argentina ocupa el puesto 11 a nivel mundial en casos totales con 1.6 millones de infecciones y más de 42 mil han muerto a causa del COVID. Después de semanas de casos en declive, la curva de Argentina ha comenzado a aumentar nuevamente en medio de más viajes internacionales y reuniones de vacaciones.
Hasta este miércoles, solo Rusia y Bielorrusia habían aprobado el uso de la vacuna 'Sputnik V'. Será producida por los socios de Rusia en India, China, Corea del Sur y otros países, según un comunicado enviado por correo electrónico del Fondo de Inversión Directa de Rusia, que respalda la vacuna. La decisión de Anmat de aprobar la vacuna basada en los ensayos clínicos de Rusia es "un alto reconocimiento de los estándares regulatorios rusos", dijo Kirill Dmitriev, director de RDIF.
El ministro de Salud, Ginés González García, criticó recientemente a Pfizer, que lanzó la primera vacuna para su uso, por buscar lo que llamó "condiciones inaceptables" en las negociaciones. Sin embargo, el regulador farmacéutico de Argentina, Anmat, aprobó el martes el uso de la vacuna Pfizer-BioNTech, aunque no se ha anunciado ningún acuerdo formal.
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