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El lanzamiento inicial de la vacuna COVID-19 de Pfizer ha comenzado y las vacunas se están enviando a través de Estados Unidos. La demanda de inyecciones contra esta enfermedad superará el suministro en el futuro previsible.
Sin embargo, los expertos han advertido que una proporción sustancial de estas vacunas altamente perecederas podrían desperdiciarse si no se usan antes de que caduquen.
Con suministros tan escasos y una demanda tan alta, preocuparse por los desechos puede parecer paradójico, pero en realidad es un resultado predecible de dos desafíos de distribución médica bien conocidos: requisitos de almacenamiento complicados y variabilidad en la demanda.
Somos dos expertos en cadena de suministro que hemos estudiado la compra y distribución de dosis.
Basándonos en nuestra investigación de décadas sobre la gestión de la cadena de suministro y las operaciones de atención médica, creemos que dos ideas de la cadena de suministro practicadas por Amazon y Walmart pueden ayudar a reducir el desperdicio y minimizar la escasez de vacunas para paliar la pandemia.
Los centros logísticos resuelven la variabilidad de la demanda
Para una zona determinada, es razonable esperar que la demanda de vacunas COVID-19 sea relativamente estable.
Pero pronosticar la demanda en los sitios de vacunación individuales dentro de un condado de manera semanal o diaria será un desafío.
Las personas pueden no asistir o faltar a las citas por una variedad de razones, y pocos hospitales tienen la capacidad de compartir información de uso e inventario en tiempo real con las autoridades de salud pública.
Cada vez que hay un desajuste entre la oferta y la demanda, hay desperdicio: las dosis podrían estropearse si ya se descongelaron, o quedaron sin usar en los congeladores de un hospital mientras otro hospital cercano se está quedando sin agua.
El rápido cumplimiento de la demanda incierta no es exclusivo de la distribución de vacunas.
Amazon enfrenta una demanda altamente volátil de millones de productos y, sin embargo, puede ofrecer entregas en el mismo día y en un día al 72 por ciento de la población de Estados Unidos. Su secreto radica en los centros regionales de cumplimiento que agrupan el inventario para satisfacer la demanda en grandes regiones.
En lugar de enviar vacunas directamente a hospitales y farmacias, los estados podrían establecer "centros de cumplimiento" regionales en diferentes condados con inventario agrupado, al igual que el de Amazon.
Estos centros logísticos pueden reabastecer los sitios de vacunación a pedido de forma diaria o semanal, según sea necesario. Al utilizar esta estrategia de distribución justo a tiempo, el suministro podría adaptarse mejor a la demanda en sitios específicos y reducir el desperdicio potencial de vacunas.
Llevando las vacunas a donde se necesitan
Los centros de cumplimiento regionales pueden ayudar a aliviar el desperdicio de la demanda fluctuante en diferentes sitios locales, pero aún necesita poder llevar las vacunas a los centros de cumplimiento. Cuanto más rápido suceda esto, y menos almacenamiento necesario a lo largo del camino, menor será la posibilidad de desperdiciar vacunas.
La vacuna de Pfizer debe mantenerse a -70 grados centígrados para su almacenamiento a largo plazo.
Esto requiere congeladores costosos de temperatura ultrabaja que se han vuelto rápidamente escasos a medida que los países y los estados compiten por construir su infraestructura logística de vacunas. La vacuna de Moderna solo requiere congeladores regulares, pero algunas áreas rurales de Estados Unidos y muchos países en desarrollo carecen de infraestructura de cadena de frío.
Una forma de minimizar las necesidades de almacenamiento es utilizar un enfoque llamado cross-docking. Walmart, a veces llamado "el rey del cross-docking", popularizó esta idea de que prácticamente elimina los requisitos de almacenamiento excesivos.
En lugar de llevar las entregas de los camiones entrantes a los almacenes intermedios a nivel nacional o estatal, y luego de los almacenes a los camiones salientes, el cross-docking omite el paso de almacenamiento.
Simplemente puede mover mercancías a través de un muelle de carga directamente desde los camiones que vinieron de los aeropuertos o fabricantes de vacunas directamente a los camiones de salida que se dirigen a varios centros regionales de cumplimiento.
Aplicar esa idea a la distribución de vacunas reduciría en gran medida la necesidad de almacenamiento en frío al eliminar la necesidad de congeladores en los almacenes intermedios. Esto sería especialmente beneficioso para las zonas rurales y los países en desarrollo.
Sin duda, el cross-docking requiere una planificación y coordinación meticulosa por parte de los fabricantes de vacunas, distribuidores, departamentos de salud, empresas de transporte terrestre, proveedores de atención médica y pacientes, pero es factible. Walmart ha construido una de las cadenas de suministro más eficientes del mundo utilizando esta misma idea.
Una cadena del fabricante al hospital
Las autoridades sanitarias de EU podrían establecer un sistema que utilice cross-docking y camiones congeladores para entregar primero las vacunas desde los aeropuertos o los fabricantes a múltiples centros regionales de cumplimiento mientras se minimiza la necesidad de almacenamiento intermedio.
La vacuna de Pfizer se envía en paquetes que contienen un mínimo de 975 dosis. Una vez sacadas del congelador y puestas en el frigorífico, cada vacuna no puede durar más de cinco días. Pero no todos los sitios de vacunación, especialmente en las áreas rurales, pueden administrar 975 dosis en cinco días.
En los centros de cumplimiento, las vacunas se dividirían en paquetes más pequeños y se trasladarían a vehículos que distribuyen estas dosis descongeladas en pequeños lotes a los sitios de vacunación locales para su uso inmediato justo a tiempo.
Grandes minoristas como Amazon y Walmart han desarrollado herramientas de cadena de suministro probadas en el tiempo de las que las autoridades de salud pública podrían aprender.
El diseño de cadenas de suministro de vacunas COVID-19 efectivas podría ayudar a vacunar a la población de manera eficiente y sin problemas con menos desperdicio.
La nota original la puedes ver aquí.
Tinglong Dai , profesor asociado de gestión de operaciones y análisis empresarial, Johns Hopkins Carey Business School, Facultad de enfermería de la Universidad Johns Hopkins , y Christopher S. Tang , profesor distinguido y de la Cátedra Edward W. Carter en Administración de Empresas, de la Universidad de California, Los Ángeles, para The Conversation.
*The Conversation es una fuente independiente y sin fines de lucro de noticias, análisis y comentarios de expertos académicos.