Salud

Mercados húmedos de Wuhan 'vuelven a la vida' entre disputas y presiones por COVID-19

Este tipo de establecimientos están en el centro del debate sobre si China debería permitir su operación, esto debido a las condiciones poco higiénicas de algunos de ellos.

Los autos se alinearon esta semana en la entrada principal del mercado 'húmedo' de Baishazhou, uno de los más grandes de Wuhan, ciudad que está regresando 'a la vida' nuevamente. La urbe china donde surgió el nuevo coronavirus levantó una cuarentena que duró más de dos meses.

Un letrero aparece arriba: "No se matan ni venden animales vivos".

Baishazhou y otros mercados 'húmedos' están en el centro de un intenso debate mundial sobre si se les debe permitir operar, ya que otro mercado en Wuhan fue uno de los primeros lugares donde se detectó el coronavirus SARS-CoV-2.

Los funcionarios estadounidenses, en particular, están presionando para cerrarlos. Sin embargo, tales mercados en China y en otras partes de Asia son una parte tan esencial de la vida cotidiana como las bodegas en la ciudad de Nueva York o las panaderías en París.

El desafío que enfrenta Beijing mientras Wuhan y el resto del país buscan volver a la normalidad será cómo mantener abiertos dichos mercados, que funcionan como un mercado de agricultores en los países occidentales, mientras se hacen cumplir las normas contra la matanza de animales o de venta de vida silvestre en esos sitios.

"Prohibir los mercados húmedos no solo será imposible, sino que también será destructivo para la seguridad alimentaria urbana en China, ya que juegan un papel fundamental en el acceso a alimentos asequibles y saludables para los residentes urbanos", comentó el doctor Zhenzhong Si, un investigador asociado en la Universidad de Waterloo que estudia seguridad alimentaria en China.

El COVID-19, que ahora ha infectado a más de 1.4 millones de personas en todo el mundo, se descubrió por primera vez en diciembre a partir de un grupo de casos inicialmente vinculados al mercado mayorista de mariscos Huanan de la ciudad, uno de los mayores en la región central de China.

Investigaciones posteriores, incluido un estudio realizado por investigadores chinos publicado en la revista The Lancet en febrero, descubrieron que algunos de los primeros casos no tuvieron exposición al mercado de Huanan.

Los científicos y los funcionarios chinos creen que la enfermedad 'saltó' de los animales a los humanos a través de una especie 'intermedia', como los murciélagos. El contacto cercano con animales salvajes en el mercado, que ha estado cerrado desde enero, ha sido ampliamente culpado por el brote que originó una pandemia.

La presión de EU

Las autoridades estadounidenses están pidiendo al Gobierno del presidente Xi Jinping que cierre inmediatamente este tipo de mercados, argumentando que son posibles zonas de reproducción de enfermedades.

El doctor Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, dijo la semana pasada que el coronavirus fue un "resultado directo" de mercados insalubres y consideró que era "increíble" que los mercados permanecieran abiertos.

Legisladores republicanos, incluido el senador Lindsey Graham de Carolina del Sur, exhortaron a los funcionarios chinos a no reabrir tales sitios. La semana pasada, Graham envió una carta al embajador chino en EU implorándole que presionara a su gobierno, diciendo que "su operación debería cesar de inmediato".

También puede haber alguna confusión semántica. Los funcionarios estadounidenses y otros se refieren a los mercados 'húmedos' en general, aunque lo que están buscando prohibir es el comercio de animales vivos en los mercados.

"Lo más parecido a los mercados 'húmedos' en los países occidentales son los mercados de agricultores donde puedes comprar productos de proveedores independientes", explicó Jian Yi, fundador de la Good Food Academy, una plataforma en línea que aboga por una alimentación saludable. "La gente depende de los mercados húmedos para las verduras, frutas, carne y pescado".

En cualquier caso, cerrar tales mercados sería casi imposible, ya que son cruciales para el sustento de millones de agricultores y vendedores de pequeñas empresas y son una pieza central de las comunidades en toda China.

Un estudio de 2018 de la Universidad Wilfrid Laurier de Canadá y Hungry Cities Partnership, que analiza los sistemas alimentarios urbanos, encontró que el 90 por ciento de los hogares en la ciudad de Nanjing, en el este de China, con una población de más de ocho millones, compraron alimentos en mercados húmedos. El 75 por ciento los visita al menos cinco veces por semana.

Los mercados 'húmedos' son populares en China porque son convenientes, y los productos se consideran menos costosos y más frescos que en muchos supermercados. Mientras que los cerdos, los corderos y las vacas deben ser sacrificados en fábricas especiales y no en ese tipo de mercados, la carne que se vende en esos sitios no está empaquetada y los peces y pollos vivos son comunes de ver.

Misión casi imposible

Aunque existen mercados 'húmedos' bien gestionados e higiénicos en ciudades cercanas y más grandes, la higiene puede ser irregular, especialmente en comunidades más pequeñas. Incluso antes del brote del virus SARS-CoV-2, China intentó regular el comercio de animales salvajes en los mercados, instituyendo controles ocasionales para mejorar la sanidad.

La industria de cría de animales salvajes de China valía aproximadamente 520 mil millones de yuanes (74 mil millones de dólares) en 2016 y empleó a más de 14 millones de personas, según información de la Academia China de Ingeniería. Ambientalistas, investigadores y medios estatales chinos han pedido una regulación más estricta del comercio de animales exóticos en los mercados.

Las fotos que circularon en línea en enero mostraron animales, incluidos los ciervos, que no se comen comúnmente en China, y pavos reales disponibles para su compra en el mercado de Huanan. Esto desencadenó una protesta por la negligencia de las autoridades al ignorar los 'vacíos legales' que permiten la compra y venta de estos animales siempre que se críen en granjas.

Las especies salvajes se clasifican como aquellas que no se comen comúnmente.

La Comisión Nacional de Salud de China emitió en enero una orden de emergencia temporal para que los funcionarios de Wuhan administraran "estrictamente" los mercados y prohibieran la entrada de animales salvajes y aves de corral vivas a la ciudad. En febrero, a medida que el virus se propagó, el Congreso Nacional del Pueblo anunció una prohibición del comercio de animales terrestres salvajes con el propósito de comer.

Aún así, la decisión de la Comisión no cubría el comercio de animales exóticos para su uso en medicinas, moda o entretenimiento tradicionales chinos. La medicina china sostiene que algunos animales exóticos tienen beneficios para la salud, lo que ha ayudado a alimentar el contrabando ilegal y el comercio de especies como el pangolín, que está en peligro de extinción, y cuyas escamas se cree que curan una variedad de dolencias.

"Es engañoso centrarse en los mercados 'húmedos' cuando hablamos del brote", dijo Si, de la Universidad de Waterloo. "Esto eclipsa el verdadero problema aquí, que es la cadena de suministro de animales salvajes. No debemos demonizar los mercados húmedos debido al brote del nuevo coronavirus ".

El Gobierno chino ha estado presionando para que se reanude la actividad económica ahora que las cifras oficiales de infección han estado en un nivel bajo durante semanas, tratando de iniciar el consumo que casi desapareció durante el brote.

El famoso mercado de Huanan permaneció cerrado esta semana, incluso cuando Wuhan reabrió gradualmente. El olor a mariscos flotaba en la calle, aunque el mercado estaba cerrado y vigilado por la policía que impedía que la gente tomara fotos.

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