Los casos de COVID-19 están aumentando en Estados Unidos. Por primera vez llegaron a los 100 mil diarios el 4 de noviembre y a 150 mil ocho días después. Algunas personas creen que este aumento en los informes es el resultado de aumentos en las pruebas, ya que se realizan más de 1.5 millones de ellas todos los días en EU, pero la evidencia es clara: estas altas cifras reflejan un verdadero aumento en la cantidad de infecciones por COVID-19.
Están aumentando las tasas de hospitalizaciones, muertes y pruebas positivas. En conjunto, esto significa que la enfermedad grave de COVID-19 va al alza y los casos se están subestimando.
Aumentos grandes en las hospitalizaciones y muertes
En lugar de ser resultado de cambios en la política de pruebas, el aumento de casos refleja la transmisión continua del padecimiento.
A pesar de que los tratamientos para el COVID-19 han mejorado y las tasas de mortalidad han disminuido, los niveles récord de hospitalizaciones ya están abrumando a las Unidades de Cuidados Intensivos en muchas partes del país.
Las hospitalizaciones y las muertes seguirán subiendo incluso si el crecimiento de casos nuevos disminuye porque la mayoría de los casos se diagnostican antes de que se desarrolle una enfermedad grave. Las nuevas infecciones de hoy se sumarán al número de muertos en las próximas semanas.
Estas hospitalizaciones y muertes representan infecciones confirmadas por el nuevo coronavirus. Un diagnóstico de COVID-19 para casos hospitalizados debe justificarse en función de los síntomas y los resultados de las pruebas. COVID-19 es simplemente la única explicación plausible de las altas tasas de hospitalización y muerte en curso.
Positividad de prueba alta y en aumento
Las altas y crecientes tasas de positividad en las pruebas proporcionan más evidencia de que el virus SARS-CoV-2 se está propagando sin control por todo EU.
La positividad de la prueba se puede calcular de dos maneras: como el porcentaje de todas las pruebas de COVID-19 que dan positivo, o el porcentaje de personas a las que se les hizo la prueba de infección activa que dieron un resultado positivo.
Te puede interesar: Ni 12 ni 18 meses: las vacunas que dan esperanza contra el COVID-19 aparecen a los 300 días
Por ejemplo, la tasa de positividad de la prueba de Iowa de 37.2 por ciento entre el 26 de octubre y el 9 de noviembre implica que de cada 100 personas a las que se les realizó la prueba de COVID-19, 37 son positivas.
La positividad de la prueba les señala a los funcionarios de salud pública si un programa de pruebas está lanzando una red lo suficientemente amplia como para detectar la mayoría de los casos del nuevo coronavirus.
Una alta tasa de positividad de la prueba indica que las personas que se someten a la prueba son en su mayoría aquellas que tienen síntomas o creen que han estado expuestas a alguien con el patógeno, pero las personas pueden estar infectadas o ser contagiosas incluso si no muestran síntomas.
Entonces, ¿qué significa lo contrario, una tasa de positividad de la prueba baja? Que el acceso a las pruebas es lo suficientemente amplio como para llegar a un gran número de personas que pueden no saber que tienen el coronavirus. Esto aumenta enormemente las posibilidades de diagnosticar a personas sin síntomas o sin exposición conocida que, no obstante, pueden estar infectadas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un objetivo de 5 por ciento de positividad de la prueba o menos, pero las tasas de positividad de la prueba en muchas partes de EU están muy por encima de eso.
Hasta el 17 de noviembre, 44 estados tenían tasas de positividad en las pruebas superiores a 5 por ciento, lo que significa que sus programas de pruebas no arrojaban una red lo suficientemente amplia y probablemente estaban perdiendo muchos casos no diagnosticados.
Las cosas son peores de lo que parecen
Los datos sobre hospitalizaciones, muertes y positividad de las pruebas muestran claramente que lo peor del alza aún está por llegar. Las altas tasas de positividad de las pruebas significan que los números de casos confirmados actuales están subestimando el total de casos.
Una tasa de positividad de la prueba superior a 25 por ciento, como es el caso en varios estados, implica que puede haber más de cinco veces más casos en la población de los que se han diagnosticado.
Te puede interesar: Efectividad aquí y allá... ¿qué es y por qué importa tanto para las vacunas contra COVID-19?
Muchos de estos casos no detectados pueden ser contagiosos aunque no presenten síntomas, lo que contribuye aún más a la propagación del virus SARS-CoV-2. Teniendo en cuenta el desfase entre los nuevos casos y la hospitalización o la muerte, el aumento actual no augura nada bueno para el próximo invierno.
Programas de prueba sobrecargados
El aumento récord de casos de COVID-19 y hospitalizaciones en EU representan un verdadero aumento de infecciones y enfermedades graves en lugar de un aumento de las pruebas. De hecho, las altas tasas de positividad de las pruebas muestran que los casos no se cuentan debido al acceso limitado a las pruebas. Las hospitalizaciones y las muertes seguirán aumentando en las próximas semanas.
Los programas de pruebas sobrecargados siguen siendo un eslabón débil en la respuesta pandémica de EU. Diagnosticar los casos y detectarlos lo antes posible ayudará a cortar las cadenas de transmisión del virus mortal.
Cuando las personas se enteran de que están infectadas, es más probable que tomen las precauciones necesarias para evitar exponer a familiares, amigos y otras personas al virus. Contrariamente a lo que pueden estar diciendo algunas personas mal informadas, Estados Unidos debería ampliar el acceso a las pruebas para frenar la propagación del COVID-19. En realidad, más pruebas serían un paso crucial para finalmente controlar el virus.
La nota original la encuentras en la siguiente liga:
La autora de esta nota es Zoë McLaren, profesora asociada de políticas públicas, Universidad de Maryland, en el condado de Baltimore.
*The Conversation es una fuente independiente y sin fines de lucro de noticias, análisis y comentarios de expertos académicos.