La tecnología de ARN mensajero, usada en las vacunas contra el COVID-19 de Pfizer y Moderna, está en camino para ser probada en inyecciones contra 30 enfermedades infecciosas, incluyendo el VIH.
El laboratorio de Drew Weissman, Katain Karikó y Norbert Pardi, pioneros de la tecnología, se encuentra trabajando en ese número de inoculaciones, cinco de las cuales ya están siendo probadas en humanos: dos contra el virus del SIDA, una contra la gripe estacional, otra contra todas las gripes y otra contra el virus del herpes genital, de acuerdo con información de El País.
El trabajo central detrás del método del ARN mensajero proviene de Karikó, una emigrante nacida en Hungría que llegó a Estados Unidos para trabajar en temas relacionados con el ARN.
Las vacunas de ARN mensajero enseñan a las células cómo producir una proteína que desencadena una respuesta del sistema inmunológico.
Las vacunas tradicionales inyectan material de virus vivo o muerto. Sin embargo, las que usan la nueva tecnología (como las de Pfizer y Moderna) se basan en introducir en las células los moldes para la producción de anticuerpos contra el virus en forma de moléculas de ARNm.
Estos moldes se introducen en el citoplasma de nuestras células, que es donde están los ribosomas (las fábricas de anticuerpos) .