Una molécula que se encuentra en el veneno de las abejas puede suprimir el avance de células cancerígenas, indica un estudio de laboratorio publicado el martes.
El estudio publicado en Nature señala que el veneno de la abeja Apis mellifera y su componente principal, la melitina, induce potencionalmente la muerte celular, de manera particular en los subtipos más agresivos de cáncer de mama triple negativo (TNBC, por sus siglas en inglés).
La melitina es una molécula que conforma la mitad del veneno de las abejas, el cual hace que las picaduras duelan y también combate sus propios patógenos.
Los investigadores indican que el veneno de la abeja y la melitina tienen efectos antitumorales en el melanoma, el cáncer de pulmón de células no pequeñas, el glioblastoma, la leucemia, el cáncer de ovario, el de cuello uterino y el de páncreas.
En el estudio, "el veneno de abeja redujo las metástasis del cáncer de mama al pulmón, inhibió el crecimiento tumoral y prolongó la supervivencia en ratones con tumores de carcinoma mamario espontáneo".
La investigadora Ciara Duffy, citada por Science Alert, declaró que la melitina puede destruir por completo las células cancerosas en 60 minutos.
Para el análisis, los investigadores utilizaron el veneno de abejas europeas recolectadas en Perth, Australia. Este mostró una alta selectividad contra el cáncer, con potencial en el TNBC y en líneas celulares del cáncer de mama enriquecidas con HER2.
En tanto, se utilizó también el veneno de diferentes comunidades de abejas en Irlanda e Inglaterra y del abejorro Bombus terrestris, de Inglaterra. En el caso del veneno de esta última especie, las muestras provocaron una muerte celular mínima en células de cáncer de mama, en comparación con el veneno del resto de las abejas.
Los científicos concluyeron en el estudio que si bien la apiterapia es un campo emergente con el potencial para impactar la investigación del cáncer, hasta la fecha, los estudios aún deben investigar el mecanismo molecular de acción del veneno de las abejas y de la melitina, así como su uso posterior en el campo de la oncología.
"Demostramos que la melitina sola se dirige selectivamente a las células de cáncer de mama que sobreexpresan HER2 y EGFR. Curiosamente, la melitina era más tóxica para las células de cáncer de mama en comparación con el veneno de abeja, lo que justifica una mayor investigación", apuntan.