CIUDAD DE MÉXICO.A cuatro días de que entren en vigor las actualizaciones de las normas 020 y 025, las cuales establecen los valores límites permisibles de concentración de ozono y partículas suspendidas en el aire, organizaciones de la sociedad civil advierten que existe el riesgo de que dichas modificaciones no contribuyan a una mejora de la contaminación atmosférica.
Para evitarlo, aseguraron, es necesario que se dé un paso a la instrumentación de nuevas políticas públicas, tanto a nivel federal como local, que puedan acompañar las reformas conseguidas.
Integrantes de El Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), El Poder del Consumidor, la Fundación Tláloc, la Red Nacional de Ciclismo Urbano (Bicired) y la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), pidieron a las autoridades que se aplique con rigor las restricciones y difundan las alertas necesarias sobre contaminantes a la ciudadanía.
Ante ello, dichas organizaciones crearon un protocolo a seguir por los tres niveles de gobierno, con el cual se estiman se podrán reducir en gran medida los contaminantes.
En primer lugar, señaló Stephan Brodziak del Poder del Consumidor, en el ámbito federal es indispensable contar con mayor apoyo a la ciencia, "para poder investigar y dar visibilidad a las relaciones que existen entre la contaminación del aire y su impacto en la salud de las personas e incluso con la economía del país".
Además, agregó se necesita que existan mecanismos de comunicación desde la percepción de riesgo y promover herramientas de prevención, y "no hay que olvidar la importancia del retiro gradual del subsidio a los combustibles y los programas de renovación de flota vehicular".
En lo que concierne a los estados, anotó Agustín Martínez de Bicired, hace falta en transporte infraestructura ciclista urbana, una red nueva de transporte público, así como un buen funcionamiento de la red de monitoreo local y comunicación en tiempo real respecto a la calidad del aire.
"Al respecto, y de acuerdo con un estudio del Imco, de 39 ciudades que deben monitorear la calidad del aire hoy sabemos que solamente lo hacen 23 y de ellas tres lo llevan a cabo adecuadamente", explicó.
Por otro lado, para conseguir que la captura de emisiones contaminantes sea un éxito, recalcaron, es indispensable que lleven a cabo trabajos importantes de reforestación, recuperación de espacios públicos y mantenimiento de las áreas verdes.
La reducción de partículas contaminantes en el país, destacó Masse, dependerá de dos temas fundamentales "la calidad del aire, los combustibles y las tecnologías de los vehículos pesados, ambos de competencia del gobierno federal".
Con relación a los combustibles las especialista concluyó que de acuerdo con la Norma 086, PEMEX debería distribuir diésel de ultra bajo azufre (diésel UBA) en todo el territorio mexicano desde 2009.
"Sin embargo, cinco años después no ha cumplido con este lineamiento y sólo abastece diésel UBA en las principales zonas metropolitanas y la franja fronteriza. (...)Si los combustibles tienen altos niveles de azufre, entonces las emisiones serán más abundantes y tóxicas, lo que es sumamente dañino para la salud".
Alan Jiménez responsable del área de promoción de participación infantil de la Redim, indicó que es importante es que las acciones tengan procesos participativos y que incorporen a toda sociedad para así lograr el objetivo principal: cuidar la salud de la población en general, pero en particular la de los más vulnerables, los niños y adultos mayores.
De igual manera aclaró que la modernización de las normas es un logro y un gran avance conseguido. Sin embargo, alertó, aún se requiere de más reformas para poder alcanzar los estándares que establece la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Por su parte Fátima Masse, consultora del IMCO, agregó que para mejorar la calidad del aire es indispensable contar con un paquete integral de acciones y normas, ya que medidas aisladas difícilmente podrán tener impactos positivos.