CIUDAD DE MÉXICO. El 43 por ciento de las empresas mexicanas no encuentran los trabajadores calificados que requieren y en algunos sectores este porcentaje supera el 80 por ciento, aseguró Carmen Pagés, jefa de la Unidad de Mercados Laborales y Seguridad Social del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Durante su intervención en el Foro Internacional "Transformación, habilidades para la productividad", organizado por la Secretaría de Educación Pública, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y el BID, advirtió que sin una fuerza laboral con habilidades, será difícil lograr el crecimiento económico y social, algo preocupante cuando los ocho países de América Latina que participan en la prueba PISA, se ubican en los últimos lugares, debido a que los aprendizajes son bajos, inadecuados y desiguales.
En su oportunidad, el subsecretario de Educación Media Superior de la SEP, Rodolfo Tuirán, dijo que en México sólo uno de cada 10 empleadores reconoce que existen profesionistas calificados, tras advertir que prevalece una marcada desconexión entre los requerimientos del mercado laboral y el sistema de desarrollo de habilidades.
El funcionario admitió que aunque en el país hay cada vez mayor conciencia acerca de alinear a todos los actores en el desarrollo de habilidades y la productividad, hay muchos retos por enfrentar.
Destacó que aunque hay una fuerza laboral más educada, no es igualmente productiva, pues mientras la escolaridad promedio creció casi 33 por ciento, al pasar de 6.7 a 8.9 años, la productividad per cápita apenas aumentó 10 por ciento.
A esto se suma que el aprendizaje en las aulas continúa siendo insuficiente e inadecuado, pues en México sólo el cuatro por ciento de los adolescentes de 15 años se coloca en los niveles más altos de la prueba PISA.
Para el subsecretario, la escuela no está cumpliendo su papel estratégico para potenciar las habilidades socio emocionales, también de importancia pero escasas, entre los jóvenes, como son la inteligencia socioemocional, autocontrol o liderazgo.
Asimismo, señaló, prevalece una marcada desconexión entre los requerimientos del mercado laboral y el sistema de desarrollo de habilidades.
Un problema más, agregó el funcionario, es que las oportunidades de capacitación en el sector productivo son reducidas y desiguales, al tiempo que no logran cubrir las lagunas del sistema educativo, pues el 63 por ciento de los trabajadores no participan en programas formales de capacitación.
En ello coincidió Patricia Martínez Cranss, subsecretaria de Empleo y Productividad Laboral de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, quién indicó que sólo el 0.01 por ciento del PIB, se destina a la capacitación para el trabajo y la inversión de ciencia, tecnología e innovación no son los deseados, ni corresponde al desarrollo del país.
Aunado a esto resaltó que sólo el 37 por ciento de los trabajadores ha tomado cursos de capacitación en los últimos meses, las cuales representan debilidades en las que ya se empieza a trabajar.
En este sentido, Rodolfo Tuirán reconoció que ya se impulsan estrategias al respecto, entre ellas actualizar el perfil de egreso, fortalecer el componente de habilidades socioemocionales en la formación de jóvenes, consolidar la vinculación entre el mundo educativo y el laboral y fortalecer el componente de competencias profesionales de los programas educativos.
Además, para disminuir las brechas sociales y ampliar las oportunidades educativas en distintos grupos poblacionales y niveles de estudio, se buscará llegar a las siete mil 600 localidades del país con menos de mil habitantes, para llevar mediante el telebachillerato, este nivel de estudios.
Informó que actualmente se habla de una cobertura del nivel de 45 por ciento en esas zonas, pero se busca que para el 2018 se alcance el 75 por ciento, llevando el servicio a los 360 mil jóvenes que actualmente cursan la secundaria y atender a los 102 mil que ya la concluyeron, pero no tienen alternativas para estudiar la educación media superior.