CIUDAD DE MÉXICO.- Éste sábado no fue un Buen Fin. La presencia de un policía judicial acompañado de dos peritos de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) en Ciudad Universitaria desató una serie de acontecimientos que hicieron repetir la escena de un automóvil incendiado sobre la avenida de los Insurgentes Sur.
Es sábado de puente vacacional, a las tres de la tarde en Ciudad Universitaria. Un automóvil plateado, con placas 982-WGE, se detiene en el circuito escolar a la altura de la Facultad de Filosofìa y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), cuyo auditorio Justo Sierra permanece bajo el control de grupos radicales de izquierda desde hace unos 15 años, quienes le cambiaron el nombre al de Che Guevara.
Del automóvil descienden un Oficial Secretario del Ministerio Público, dos peritos y un abogado de la Universidad. El Oficial Secretario porta un arma que después será utilizada.
La versión oficial de la PGJDF y de la UNAM afirma que esos personajes se encontraban en CU como parte de una diligencia por una presunta investigación derivada de una denuncia de robo de un teléfono celular.
La coartada no la creen en redes sociales. Porque en esta ciudad los celulares son robados a cada instante sin que exista un registro favorable para el Ministerio Público sobre las investigaciones de esos delitos cotidianos. Aun así, esa es la razón aparente por la que un oficial de la PGJDF armado entró a Ciudad Universitaria en un día inhábil.
Las versiones indican que dichos personajes comenzaron a tomar fotografías en las inmediaciones del Auditorio Che Guevara, lo que ocasionó la molestia de los jóvenes que habitan ese lugar y comenzó el reclamo que devino en riña.
Las autoridades corrieron hacia Insurgentes, perseguidos a pedradas por los jóvenes que se molestaron de la presencia de los policías en la zona. Su zona. El policía y sus acompañantes dejaron su vehículo en la vialidad interna y éste fue apedreado.
Las circunstancias de la persecución aún no son claras, pero de acuerdo con la versión oficial, el policía fue agredido por los jóvenes y disparó su arma "al aire".
La realidad es que de esos disparos, un joven resultó lesionado en el muslo izquierdo.
Así lo reconocieron la UNAM y el gobierno del DF mediante sendos comunicados, en donde destacaron la presunta investigación por un celular robado y que el agente disparó para defenderse, supuestamente, de los ataques de los jóvenes.
La corretiza llegó a Insurgentes, frente al edificio de la Comisión Nacional del Agua, casi esquina con Eje 10 Sur, en donde la movilización policiaca ya era intensa y en donde fue detenido tanto el policía judicial como el joven, quien antes de ser trasladado al Ministerio Público 1 de Coyoacán, fue atendido por paramédicos del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas.
La Comisión de Derechos Humanos del DF acompañó al joven lesionado en su declaración ante el Ministerio Público, abrió una queja de oficio y emitió medidas precautorias contra la PGJDF.
Es de dominio público que el auditorio Che Guevara sirve como refugio para varios jóvenes de los denominados "anarquistas" a quienes se les atribuyen desmanes recientes en la ciudad, como el incendio de una unidad de Metrobús y la estación Ciudad Universitaria del mismo sistema, o de los daños a la puerta mariana del Palacio Nacional.
El pasado lunes, el secretario de Gobierno del DF, Héctor Serrano, informó que el gobierno de la ciudad tiene información sobre la identidad de los jóvenes embozados que dañaron la puerta del Palacio el sábado pasado por la noche. Y dijo que la pondría a disposición de las autoridades correspondientes.
Una semana después, policías de la PGJDF aparecen cerca de uno de los refugios de esta agrupación de jóvenes radicales.
La tarde pasó en aparente calma. La marcha programada para ir de la Estela de Luz hacia la Casa Blanca de la esposa del presidente Enrique Peña Nieto, en las Lomas de Chapultepec, se declaró cancelada. Unos dicen que por falta de quórum, otros que para evitar el choque con policías locales y federales que ya resguardaban la casa.
Pero minutos antes de las nueve de la noche, las redes sociales volvieron a ser un hervidero de información relacionada con un enfrentamiento entre granaderos y jóvenes encapuchados.
Sobre Insurgentes Sur, una vez más, el fuego consumió un vehículo. Fue el auto que el policía judicial dejó en CU tras la persecución de la tarde.
Los granaderos se acercaron desde el Estadio Olímpico Universitario hacia la zona de Rectoría y la Facultad de Psicología. No se sabe desde qué hora estaban en la zona.
Los reportes en Twitter alertaban del ingreso de los uniformados a Ciudad Universitaria y la posible violación a la autonomía que eso representaría.
Hubo una lluvia de piedras y otros objetos, así como de artefactos explosivos. No hay versiones de que haya habido golpes o detenidos. Los uniformados colaboraron con los bomberos para sofocar el fuego del auto incendiado.
Se supo de corretizas que incluso llegaron hasta el interior de la explanada de la Rectoría. Y del avance de los policías protegidos con escudos, quienes después de un rato se replegaron hacia las cercanías del Eje 10 Sur, en donde permanecieron en las siguientes horas de la noche.
Al mismo tiempo, Peña llegó al DF de su viaje por China y Australia y condenó las expresiones de violencia en el país durante su ausencia. Dijo que no tenía detalles de lo ocurrido en CU y es obvio, pues estaba volando cuando ocurrió lo de la tarde.
Pero el que sí estuvo en la ciudad fue el convaleciente Jefe de Gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera, quien no expresó algo en toda la tarde. Ni de manera oficial ni en su cuenta de Twitter.
En tanto, los seudoestudiantes que habitan en Ciudad Universitaria colocaron barricadas en los accesos al campus con leyendas contra la represión policial pintadas con aerosol en los objetos que usaron de barrera.
De inmediato, la Asamblea Interuniversitaria, que organiza las marchas en exigencia de la aparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, convocó a una manifestación frente a Rectoría para el martes a las ocho de la mañana.
Aunque algunos periodistas reportaron a uniformados lesionados, la Policía capitalina negó el enfrentamiento en su cuenta de Twitter: "No hubo enfrentamiento en CU, se resguardó la zona y se facilitó el trabajo de bomberos".
Y la UNAM no se quedó atrás, después de que en la tarde emitió un comunicado de lo ocurrido en el campus, para la noche, en medio de la tormenta de tuits condenando la entrada de la policía a CU, escribió en su cuenta de Twitter un mensaje tachado de inoportuno: "Gracias por hacer este día tan especial. @UNAM_MX y #FamiliaUNAM les desean una excelente noche".
Las llamas en Insurgentes habían cesado, pero las llamaradas en Twitter seguían, incluso, exigiendo la renuncia del rector José Narro Robles.