¿Clonaron tu tarjeta? Haces un recuento de tus pasos y nunca la perdiste de vista.
Al pagar en el restaurante, en la gasolinera, al hacer tus compras en tu tienda favorita siempre estuviste al pendiente de quién la tomaba y lo que hacía con ella en la terminal punto de venta.
Ojo, estos aparatos usados por los retailers son susceptibles de ser atacados por hackers que buscan tu información; de hecho, hoy en día es una de las mayores fuentes de datos para las empresas, pero también podrían serlo para los ciberdelincuentes.
Cuando se pasa una tarjeta, sus detalles son almacenados brevemente en la memoria de la terminal mientras que se transmite el proceso de pago, esto da una pequeña ventana de oportunidad para que los hackers roben los datos del plástico.
En Estados Unidos, entre 2013 y 2014, 100 millones de tarjetas resultaron comprometidas en ataques, lo que potencialmente afectó a una de cada tres personas en ese país.
De acuerdo con Symantec, los ataques han alcanzado proporciones epidémicas en parte porque los kits de malware para puntos de venta están ampliamente disponibles, lo que significa que los atacantes pueden apuntar a las tiendas minoristas sin tener que desarrollar sus herramientas desde cero.
Por ejemplo, un malware llamado BlackPOS, que ha sido usado en algunos de los principales ataques contra retailers, está a la venta desde febrero de 2013 a dos mil dólares, un precio bastante bajo si se toma en cuenta que de un sólo golpe pueden lograr miles o hasta millones de dólares.
Para cuidar tu información, las tiendas deben contar con varias capas de protección que cifren tus datos, frenen la entrada de malware y detecten si datos confidenciales están siendo tomados de la terminal, entre otras medidas.
Como consumidor, debes estar al pendiente de cualquier movimiento en tu cuenta, revisar tus estados de cuenta periódicamente y destruirlos cuando termines de utilizarlos pues tienen información confidencial que no se debe dejar a la mano.
Un consejo es que no dejes pasar ningún gasto que no reconozcas aunque su monto te parezca insignificante: donaciones de menos de 10 pesos son empleadas por los ciberdelincuentes para probar si tu tarjeta está activa, pues muchas personas no se dan cuenta o prefieren no reclamar al ser un monto mínimo, lo que da la oportunidad de que, en un futuro, los atacantes se puedan llevar una cantidad mayor de dinero.