La familia fundadora de Samsung donará decenas de miles de obras de arte raras, incluidos Picassos y Dalís, para ayudarlos a pagar una enorme factura del impuesto a la herencia tras la muerte el año pasado del presidente de la compañía, Lee Kun-Hee.
También donarán cientos de millones de dólares a proyectos médicos e investigaciones en un aparente intento de mejorar su imagen pública a medida que avanzan con un plan plurianual para heredar tanto la riqueza como el poder corporativo del empresario más rico de la historia de Corea del Sur.
La familia Lee, incluida su viuda y tres hijos, espera pagar más de 12 billones de wones (o 10.8 mil millones de dólares) en impuestos a la herencia, que es más de la mitad de la riqueza que Lee tenía en acciones y bienes raíces, informó Samsung este miércoles. Esta sería la mayor cantidad en Corea del Sur y más de tres veces la recaudación total del impuesto sobre el patrimonio del país durante el año pasado.
Regalar la vasta colección de obras maestras de arte del difunto presidente reduciría las porciones imponibles de su patrimonio.
La familia planea dividir el pago en seis cuotas durante cinco años, mientras realiza el primer pago este mes.
“Es nuestro deber cívico y nuestra responsabilidad pagar todos los impuestos”, señaló a familia Lee en un comunicado. Tenían hasta el viernes para informar el alcance de la herencia y los planes de pago a las autoridades fiscales.
Recaudar efectivo para el pago de impuestos es crucial para que la familia Lee extienda su control sobre el imperio empresarial de Samsung, que abarca desde semiconductores, teléfonos inteligentes y televisores hasta infraestructura, la construcción naval y los seguros. Algunos analistas dicen que el proceso podría resultar en una reorganización en todo el grupo.
El fallecido Lee poseía el 4.18 por ciento de Samsung Electronics, que es uno de los mayores fabricantes mundiales de chips de memoria para computadoras y teléfonos inteligentes, pero también tenía participaciones en las filiales de Samsung que colectivamente poseían una participación mayor que la suya en la empresa de electrónica de la joya de la corona. La compleja estructura accionarial ha permitido a Lee y su familia ejercer un amplio control sobre el grupo.
En el comunicado de este miércoles, Samsung no mencionó cómo la viuda y los hijos de Lee dividirían sus activos, y se especula que no han llegado a un acuerdo final.
La mayoría de los analistas de mercado creen que las acciones de Lee se distribuirán de una manera que fortalecería el liderazgo de su único hijo y heredero corporativo, Lee Jae-yong, el jefe de facto de Samsung Electronics que actualmente está encarcelado por soborno y otros delitos. Los otros hijos de Lee son Lee Boo-jin, director ejecutivo de la cadena de hoteles de lujo Shilla de Samsung, y Lee Seo-hyun, quien dirige la Samsung Welfare Foundation.
La familia planea donar 23 mil piezas de arte de la colección personal de Lee a dos museos estatales. Incluyen pinturas, libros y otros bienes culturales coreanos antiguos designados como tesoros nacionales, y pintores coreanos modernos como Park Soo-keun y Lee Jung-seop. También están las obras de Marc Chagall, Pablo Picasso, Paul Gauguin, Claude Monet, Joan Miro y Salvador Dali, dijo Samsung.
El Museo Nacional de Arte Moderno y Contemporáneo dijo que las mil 488 piezas que recibió de la familia Lee fueron su mayor donación privada. Las obras incluyeron “Bull” de Lee Jung-seop, “La familia de centauros marsupiales” de Dalí, “Water Lily Pond (Le Bassin Aux Nympheas)” de Monet y “Red Bouquet With Lovers (Les Amoureux Aux Bouquets Rouges)” de Chagall.
El Museo Nacional de Corea recibirá alrededor de 21 mil piezas de la colección de arte tradicional coreano de Lee, que incluye pinturas, cerámicas y esculturas.
Hwang Hee, ministro de cultura de Corea del Sur, indicó que algunas de las obras de arte donadas por Lee se mostrarán al público a partir de junio. Expresó “profunda gratitud” a la familia Lee por “enriquecer” los bienes culturales del país, pero eludió las preguntas sobre si pensaba que Samsung estaba tratando de crear una atmósfera positiva para que Lee Jae-yong fuera perdonado.
La familia Lee también donará 1 billón de wones (900 millones de dólares) para ayudar a financiar la investigación y el tratamiento de enfermedades infecciosas para niños con cáncer y enfermedades raras.
Aproximadamente la mitad de ese dinero se utilizará para ayudar a financiar el establecimiento de un hospital de 150 camas que proporcionará tratamiento especializado para enfermedades infecciosas. Los expertos habían planteado la necesidad de tales instalaciones equipadas con salas de presión negativa y otros sistemas avanzados tras la aparición de COVID-19.
Aproximadamente 300 mil millones de wones (267 millones de dólares) de los fondos se destinarán a un programa de una década con el Hospital Infantil de la Universidad Nacional de Seúl para ayudar a las familias a pagar el tratamiento de niños con cáncer y enfermedades raras y apoyar los ensayos clínicos y el desarrollo de fármacos.
“Los miembros de la (familia Lee) esperan honrar la vida del difunto presidente Lee y su compromiso con la ciudadanía corporativa y la prosperidad conjunta retribuyendo a las comunidades”, apuntó Samsung.
Antes de su muerte en octubre, a Lee se le atribuyó la transformación de Samsung Electronics de un pequeño fabricante de televisores en un gigante mundial en semiconductores y electrónica de consumo. Pero su liderazgo también se vio empañado por condenas por corrupción que resaltaron los lazos tradicionalmente turbios entre los conglomerados familiares y los políticos del país. Había estado hospitalizado durante años después de un ataque cardíaco en 2014.
Lee Jae-yong, quien desde entonces ha dirigido el grupo en su calidad de vicepresidente de Samsung Electronics, actualmente cumple una sentencia de dos años y medio por sobornar a la entonces presidenta Park Geun-hye y a su íntima confidente para obtener el apoyo del gobierno para una fusión de 2015 entre dos filiales de Samsung. El acuerdo ayudó a fortalecer el control de Lee sobre el grupo Samsung, pero las revelaciones sobre sus vínculos corruptos con el gobierno de Park alimentaron un escándalo de corrupción en 2016 que provocó grandes protestas y expulsó a Park de su cargo.
El joven Lee se ha comprometido a mejorar la cultura corporativa de Samsung, declarando que las transferencias de herencia en el grupo terminarían y que no pasaría los derechos de gestión que heredó a sus hijos. También aseguró que Samsung dejaría de reprimir los intentos de los empleados de organizar sindicatos, aunque los activistas laborales han cuestionado su sinceridad.
Un número creciente de políticos, líderes religiosos y empresariales han pedido al presidente Moon Jae-in que perdone a Lee. Dicen que ayudaría a Lee a fortalecer el liderazgo global de Samsung en semiconductores y que posiblemente podría usar su alcance comercial para ayudar al país a asegurar más vacunas contra el coronavirus.
Los críticos señalan que Samsung no mostró signos de problemas cuando Lee estuvo en la cárcel en 2017 y 2018, y que las penas de prisión nunca han impedido que los líderes corporativos transmitan sus decisiones de gestión desde la cárcel.