Los lineamientos de la neutralidad de la red tendrán que ser implementados por los operadores de servicios de conectividad como Telcel, AT&T y Movistar a más tardar 60 días naturales después de que sean publicados por decreto.
Este lapso se dará para que “puedan hacer las gestiones necesarias al interior de sus empresas”, explicó Lorely Ochoa, directora general de Desarrollo de las Telecomunicaciones y la Radiodifusión en el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).
Si los operadores no ponen en marcha la ejecución, serán acreedores de sanciones que dependerán de la falta de gravedad.
Esto suena muy bien en cuanto a libertad de contenidos y en los esfuerzos por cerrar cada vez más la brecha digital... pero, exactamente, ¿a qué se refiere el término de “neutralidad de la red”?
Estamos hablando de, acorde con la organización Internet Society, de un “tema complejo, controvertido, y parte importante de una internet libre y abierta”. Permitir el acceso, la posibilidad de elección y la transparencia de las ofertas de internet, apunta Internet Society, empodera a los usuarios que puedan beneficiarse del pleno acceso a los servicios, aplicaciones y contenidos que están disponibles en internet.
Entonces, la neutralidad de la red se asocia con el principio de garantizar que todos los usuarios puedan acceder libremente a todos los contenidos, aplicaciones y servicios de su elección, mientras los prestadores del servicio de acceso a internet tratan el tráfico generado por sus usuarios en las mismas condiciones.
“En otras palabras, se traduce en que no se discrimine arbitrariamente alguna aplicación sobre otra cuando son del mismo tipo (por ejemplo, que no se dé preferencia a una aplicación de video sobre otra)”, explica el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).
Así, los usuarios no tienen que pagar un cobro mayor para acceder a diferentes plataformas, ya que los proveedores no estarían privilegiando a ciertos participante de la red por encima de otros.
“Las reglas prohíben que los proveedores de banda ancha bloqueen o ralenticen el acceso o carguen más a los consumidores por ciertos contenidos, garantizando una internet libre y abierta”, dice NIC Argentina.
Orígenes
Este concepto ha formado parte del lenguaje de internet desde sus inicios, aunque, explica NIC Argentina, su origen proviene de principios del siglo XIX, cuando Almon Brown Strowger inventó un sistema telefónico automático para “puentear” a las operadoras telefónicas que redirigían las llamadas con fines de lucro.
En 2003, el académico estadunidense Tim Wu plasmó el concepto en una publicación titulada “Network Neutrality, Broadband Discrimination”, recuerda IFT.
En dicho texto, se advirtió una creciente tensión entre los intereses privados de los proveedores de internet y el desarrollo de un ambiente competitivo y propicio para la innovación. En respuesta, analizó distintos modelos de regulación para los proveedores de internet y concluyó que lo que se requería es un sistema basado en un principio de no discriminación que buscara un equilibrio entre la libertad de los usuarios para navegar y la necesidad de los proveedores de gestionar el tráfico, principalmente al interior de su red local.
En países como Estados Unidos, Chile, Colombia, Brasil y Perú, así como la Unión Europea y Países Bajos han legislado en la materia.