Una pregunta que lleva mucho tiempo flotando en el mundo de la tecnología tendrá por fin respuesta, ya que esta feria tan influyente regresa a Las Vegas tras un paréntesis provocado por la pandemia del COVID-19.
“Sabemos que este año será una feria más pequeña, por razones obvias”, dijo Jean Foster, vicepresidente sénior de la Asociación de Tecnología de Consumo (CTA, por sus siglas en inglés), responsable de la organización del evento.
Grandes empresas tecnológicas han desistido de sus planes de asistir a la feria de manera presencial.
La última señal que demuestra la reducción que ha experimentado la feria fue el anuncio del viernes, de que el CES durará un día menos de lo que originalmente se había previsto.
Las inmensas salas de exposición abrirán el miércoles, aunque la propagación de la variante ómicron del coronavirus ha aumentado la preocupación por la seguridad de los eventos en interiores y de los viajes internacionales.
A finales de diciembre, la CTA estimaba entre 50,000 y 75,000 asistentes para la conferencia de esta semana, por debajo de los más de 170,000 que acudieron a la última reunión presencial hace dos años.
Hasta la semana pasada, algunos de los seguidores más acérrimos del CES se preguntaban si debían ir o quedarse en casa.
“Un CES online no es un CES de verdad”, declaró el príncipe Constantino del Reino de los Países Bajos en una entrevista en diciembre.
“Hay que ver los productos y conocer a la gente”. Pero una semana después, el miembro de la realeza, que suele colaborar como enviado especial de las empresas tecnológicas holandesas, optó por quedarse en casa. Su país enviará un equipo reducido al CES 2022, al igual que muchas grandes empresas tecnológicas, si es que envían a alguien.