Esta semana se dio a conocer que American Airlines compró 20 jets Overture de Boom Supersonic, los cuales son capaces de reducir a la mitad los tiempos de un viaje transatlántico.
Estos aviones no empezarán a transportar pasajeros hasta al menos el final de la década, con el objetivo de llenar el vacío que quedó cuando el Concorde dejó de volar en 2003.
Pero, ¿cómo serán estos aviones super-veloces?
Boom está diseñando que Overture transporte de 65 a 80 pasajeros a velocidad mach 1.7, el doble de los aviones convencionales, con un rango de 4 mil 250 millas náuticas.
Los viajeros podrían trasladarse de Los Ángeles a Honolulu en tres horas, o de Miami a Londres en poco menos de cinco horas.
“Podemos ver que lo supersónico está de vuelta, y volvió con fuerza”, afirma Blake Scholl, fundador y director ejecutivo de Boom Technology.
Scholl apunta a una base de clientes más amplia que la del Concorde, que atendía a celebridades y ultraricos que boletos costaban hasta cuatro veces el precio de una tarifa típica de primera clase en ese momento.
De inicio, solo se construyeron 14 de los aviones supersónicos. Las ventas de Boom ya han duplicado esa cifra, y Scholl dice que una nueva asociación para una versión militarizada con Northrop Grumman podría generar cientos de pedidos.
El fabricante con sede en Denver planea hacer funcionar su avión con combustible de aviación 100 por ciento sostenible, un punto de venta para los pasajeros preocupados por el cambio climático. ]
Pero se dice poco sobre quién fabricará los motores más limpios que impulsarán su avión.
“En los próximos meses haremos un anuncio importante”, dijo Scholl.
“Y no se trata solo de la tecnología del motor, se trata también del modelo de negocio del motor. Hay muchas oportunidades para la innovación allí”.