¿Te imaginas cuál es la decisión más importante en tu vida para ser feliz? ¿Será tu profesión o tiene algo que ver con tus experiencias? ¿O qué tal los bienes que posees?
De acuerdo con el neurocientífico Moran Cerf, de la Universidad del Noroeste, en Illinois, Estados Unidos, no tiene nada que ver con eso.
La clave está en con quién decides pasar el tiempo. Pero "no es sólo una advertencia de que elijas cuidadosamente a tus amigos", dijo Cerf al Business Insider. Tampoco se trata sólo de la elección de tu pareja.
Su investigación neurocientífica arrojó que las ondas cerebrales de dos personas que están juntas se vuelven similares cuando están en compañía.
"En la mayoría de los casos de relación que estudiamos, observamos que sólo con estar cerca de ciertas personas se alinea tu cerebro con el de los otros", basado en sus costumbres, el aroma de la habitación, el nivel de ruido y muchos otros factores, acota Cerf.
"Esto significa que las personas con las que sales tienen un impacto en tu relación con la realidad más allá de lo que puedes explicar. Y uno de los efectos de ello es que se terminen pareciendo entre sí", acotó.
Ello también puede afectar a la conducta.
Hay dos factores que llevaron al científico a concluir que la compañía personal es lo más importante para lograr la satisfacción a largo plazo.
1) Decidir cansa. De acuerdo con Cerf, tenemos una cantidad limitada de energía mental para tomar decisiones. Y todo el tiempo estamos decidiendo: lo que nos ponemos, qué vamos a comer, la música que escucharemos, e incluso lo que hacemos para distraernos o descansar consume parte de esa energía día con día.
2) Los humanos creemos -falsamente- que tenemos el control de nuestra felicidad con esas decisiones. Y eso nos hace pensar que elegir correctamente nos va poner en camino a una vida satisfactoria.
Pero Cerf se opone a esa idea. El argumento es que la idea de que tomamos decisiones aparentemente correctas está sesgada. Primero, porque a veces recordamos y olvidamos cosas de manera emocional, sin que podamos tener control de eso. E incluso nos dejamos llevar por ejemplos que vemos en los demás, por lo que a veces, hasta sin querer, elegimos cosas que en otro momento evitaríamos.
De esas dos premisas, el científico concluye que si la gente quiere maximizar su felicidad y reducir sus preocupaciones, debería construir una forma de vida que requiera menos decisiones rodeándose con personas que posean las características que ellos prefieran y con las que se compartan actividades en que los otros puedan ayudarnos a decidir o incluso, elegir por nosotros.
De este modo, se pueden dejar algunas decisiones en manos de las personas que te rodean, como a dónde ir a comer y cómo llegar, mientras que uno debe tomar sólo una decisión: con quién estar.
El propio investigador aplica esa solución en su vida diaria. Cerf dice que evita elegir el restaurante a donde comer, y que sin importar a dónde vaya, elige la segunda opción de menú especial. A cambio, elige a la persona con quien ir a comer.
En resumen, evita tomar dos decisiones menores a cambio de hacer una gran elección, con la certeza de que los resultados serán satisfactorios gracias a la persona que lo acompaña.
Tech