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Emprendedores mexicanos reconstruyen cráneos con impresión 3D

Los científicos Carlos Monroy y Martín Carcaño fundaron en 2013 una startup que se dedica a la elaboración de este tipo de prótesis con menos riesgos de infecciones.

Carlos Monroy y Martín Carcaño son dos emprendedores mexicanos que mediante la tecnología de impresión 3D crean prótesis para reconstrucción de cráneos con un material que reduce significativamente el riesgo de infecciones y el tiempo en quirófano.

Durante la conferencia Autodesk University que se celebró en Las Vegas, Nevada, los científicos presentaron el caso de Adriana, una mujer de 37 años que requería una prótesis por un aneurisma cerebral que sufrió.

Carlos Monroy contó en entrevista para El Financiero la historia de Granta, la startup que fundó en 2013 junto con Carcaño para el diseño y la construcción de este tipo de prótesis, como la que recibió Adriana.

Monroy estudió Ingeniería Aeronáutica y Diseño Industrial. Cuando trabajaba en la industria del diseño para el sector automotriz de alta tecnología en Inglaterra le surgió un proyecto de investigación en el área médica en el que descubrió que podía emplear la misma tecnología aplicada al cuerpo humano.

El esposo de Adriana acudió a Carlos Monroy en busca de ayuda. No contaba con los recursos en ese momento para solventar los gastos de la prótesis y anteriormente había recibido una pieza de acrílico, que le había provocado una infección y había alargado el tiempo en el hospital de la paciente.

Monroy les propuso construir la pieza mediante impresión 3D elaborada con un material llamado Peek. Mientras el acrílico tiene un 30 por ciento de riesgo de infección, el Peek reduce ese porcentaje al 1 por ciento. Además, reduce el tiempo de implantación en el cuerpo de hora y media aproximadamente a 4 minutos.

"Adriana se estaba viniendo abajo anímicamente por el grado de mutilación que tenía. Empezamos a trabajar por la palabra, yo confío en ti y tú en mí, luego vemos como solventar los gastos", cuenta Monroy.

En septiembre del año pasado se hizo la cirugía de implementación de la prótesis de Adriana. En tres días, la paciente ya estaba recuperándose en su casa.

Para elaborar la prótesis, los científicos utilizaron la suite de Autodesk. Monroy señala que se emplearon cerca de 10 soluciones de la empresa para el diseño de la pieza, escaneo 3D e impresión.

La elaboración de la pieza fue un trabajo colaborativo con el médico partiendo de una tomografía del paciente. A partir de ahí, se creó una propuesta de diseño para reparar el cráneo dañado mediante una impresión 3D del cráneo y de la pieza que tapara el hueco.

"Imprimo una maqueta del cráneo y el implante y me junto con el médico. Él me indica cómo lo vamos a fijar, me da cambios, me hace cualquier cambio que pueda surgir. Con Adriana solo nos pidieron unas perforaciones por si había que drenar algunos líquidos", explicó.

El proceso de creación del implante desde la maquetación hasta la pieza final de Peek elaborada con una máquina de control numérico puede ser de tan solo una semana, de acuerdo con el especialista.

Granta ya implantó dos prótesis craneales y una de mandíbula. Actualmente trabaja en la creación de una prótesis de la parte frontal de cráneo para un paciente que fue víctima de un asalto.

El costo de una prótesis de este tipo puede ser de hasta 100 mil pesos mientras que una pieza de acrílico es de alrededor de 20 mil. Pero Monroy explica que la certidumbre de la biocompatibilidad del Peek y la reducción del riesgo de infección así como el tiempo que se tarda en instalarse, hacen que se genere un ahorro importante.

"La contraparte del costo es que al estar hecho a la medida el tiempo de cirugía se reduce. De dos horas que tardó la cirugía de Adriana, hora y media fue la parte de abrir la piel, exponer el defecto, etc... Pero poner el implante tardó cuatro minutos", dijo.

"Cuando compensas contra el costo de una hora de quirófano, honorarios médicos, reduce el tiempo de cirugía completa y su costo", agregó. "En tres o cuatro días el paciente ya está en su casa, eso genera beneficio para todos, para el hospital porque es una cama libre más rápido y para el paciente ya que se reduce el riesgo de reinternarlo".

Carlos Monroy trabaja en crear una Asociación Civil para poder recuperar fondos y democratizar la tecnología empleada.

"Me pongo en el lugar del familiar desesperado y no me gusta pensar que el dinero sea lo que impide que su paciente se recupere", consideró.

"Debería ser un tema de salud pública. Ojalá algún día pueda platicar con la Secretaría de Salud porque actualmente este tipo de traumatismos no los cubre el sector público", añadió. Para conocer más sobre Granta puedes acceder a su sitio web www.granta.mx.

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