Google decidió no competir por el contrato de computación de nube del Pentágono valuado en 10 mil millones de dólares porque el proyecto, dijo, podría entrar en conflicto con sus valores corporativos.
El proyecto, conocido como la nube de Infraestructura de Defensa de Empresas Conjuntas (JEDI, por sus siglas en inglés), comprende la transferencia de enormes cantidades de datos del Departamento de Defensa a un sistema de nube operado de forma comercial. Las compañías deben presentar sus ofertas por el contrato –que podría abarcar 10 años- el 12 de octubre.
El anuncio que hizo Google el lunes llega apenas unos meses después de que la compañía decidiera no renovar su contrato con un programa de inteligencia artificial del Pentágono luego de grandes protestas por parte de empleados del gigante de internet respecto de trabajar con las fuerzas armadas.
La compañía difundió luego una serie de principios destinados a evaluar qué tipo de proyectos de inteligencia artificial emprendería.
"No presentaremos una oferta por el contrato de JEDI porque, en primer lugar, no se nos podía asegurar que coincidiría con nuestros Principios de IA", comentó un vocero de Google en una declaración. "En segundo término, determinamos que había partes del contrato que no estaban comprendidas en nuestras actuales certificaciones gubernamentales".
El vocero agregó que "Google trabaja para dar apoyo al gobierno de los Estados Unidos con nuestra nube de muchas maneras".
La Coalición de Trabajadores Tecnológicos, que promueve dar voz a los empleados en las decisiones de las compañías de tecnología, precisó en una declaración que la decisión de Google de retirarse de la competencia derivó de una "persistente" presión de los trabajadores tecnológicos, que tienen "un importante poder y se muestran cada vez más dispuestos a usarlo".
Google está rezagada en relación con otras empresas tecnológicas como Amazon y Microsoft en la obtención de autorizaciones de seguridad de nube gubernamentales que dependen del carácter delicado de la información que alberga un servicio.
El contrato JEDI generó gran interés entre las compañías tecnológicas que se esfuerzan por dar alcance a Amazon en el creciente mercado de servicios de nube para el gobierno federal.
Las exigencias finales para el proyecto se dieron a conocer en julio luego de meses de una campaña de lobby en Washington por parte de empresas de tecnología, entre ellas Microsoft, International Business Machines y Oracle, que se oponían a los planes del Pentágono de elegir un solo ganador para el proyecto en lugar de dividir el contrato entre una serie de proveedores.
"De haber estado el contrato de JEDI abierto a múltiples partes, habríamos presentado una solución atractiva para sectores de este", explicó el vocero de Google. "Google Cloud considera que un abordaje de nube múltiple es lo que más conviene a los organismos gubernamentales porque les permite optar por la nube adecuada para cada trabajo".