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En este lugar, las vacas vivirán en un ambiente amigable, además se producirá desde leche hasta yogur y otros lácteos, todo, sobre el agua.
La primera granja flotante del mundo abrirá sus puertas a finales de este año en el Puerto de Rotterdam, en los Países Bajos, con el fin de ayudar a esta ciudad holandesa a producir sus propios productos lácteos de forma sustentable, informó la organización Rotterdam Food Cluster, responsable del proyecto.
Las compañías holandesas Beladon, Ourage y UitJeEigenStad financian este proyecto que criará 40 vacas Meuse-Rhine- Issel, una raza bovina originaria de los Países Bajos y Alemania, pero que ha tenido gran producción en Colombia.
Las vacas serán ordeñadas por robots y serán alimentadas con los productos que descartan las industrias en Rotterdam, pero que están en buen estado.
"Al menos el 80 por ciento de lo que comen nuestras vacas serán productos de descarte de la industria alimentaria de Rotterdam", comentó el gerente de la granja, Albert Boersen a BBC.
Esto incluye granos no usados por cervecerías locales, restos de deshechos de restaurantes y cafés, subproductos de molinos de trigo e incluso residuos de césped. Todo será recogido y entregado por los camiones eléctricos de la empresa holandesa de residuos verdes GroenCollect.
La granja cuenta con tres pisos y su anclaje llega hasta el fondo del océano, se espera que para finales de este año produzca 800 litros de leche al día, y se espera que en un futuro pasteurizará leche y yogurt en el mismo lugar, además de mantequilla y queso que se venderán en Rotterdam, incluso procesará y venderá el estiércol de las vacas.
Se busca que el proyecto sea autosuficiente, es decir, que produzca sus propios fertilizantes, agua y energía. Por ahora, el proyecto genera parte de su propia energía, gracias al hidrógeno producido por electrólisis del agua con paneles solares.
La electrólisis del agua es la descomposición del agua (H2O) en los gases oxígeno(O2) e hidrógeno (H2) por medio de una corriente eléctrica continua, suministrada por una batería o una pila, que se conecta mediante electrodos al agua.
El ingeniero encargado de este proyecto, Peter van Wingerden, tuvo la idea en 2012 mientras trabajaba en Nueva York con viviendas flotantes en el río Hudson.
"Con la creciente demanda de alimentos saludables, la urbanización y el cambio climático ya no podemos confiar en los sistemas de producción de alimentos regulares", dijo.
De acuerdo con BBC, las zonas urbanizadas podrían parecer como la ubicación menos ideal para una granja, pero reducir la distancia que recorre la comida antes de que llegue a los clientes ayuda a disminuir la contaminación generada por el transporte.
Fenton Beed, líder de equipo en la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, piensa que las granjas urbanas son útiles porque tienden a usar menos agua, fertilizantes y pesticidas que los sistemas de producción convencionales.
Rotterdam Food Cluster indica que ciudades como Nueva York, Tokio y Singapur están tomando en serio las granjas flotantes, mientras que en China hay un gran interés por estos lugares.