La marca china de teléfonos inteligentes de bajo costo Realme, que ha experimentado un auge en las ventas durante la pandemia a medida que se expande en los mercados emergentes, apunta a América Latina, donde planea competir con pesos pesados como Samsung y Huawei.
La compañía, creada hace dos años, está abriendo operaciones en Colombia, donde apunta a clientes jóvenes para vender su línea de dispositivos relativamente económicos y bien equipados, destacó Cristián Barrios, gerente de ventas en el país.
Si bien inicialmente se vende a través de proveedores en línea, incluidos MercadoLibre y Falabella.com, Realme, con sede en Shenzen, con el tiempo espera abrir sus propias tiendas y contratar hasta 200 empleados, frente a los 15 que tiene actualmente. La expansión a Brasil, México, Perú y Chile podría llegar el próximo año, añadió.
"Estamos aprovechando la experiencia que tenemos en otros mercados emergentes, donde hemos tenido mucho éxito, y llevándola a América Latina", dijo en una entrevista telefónica.
Las ventas de Realme aumentaron 45 por ciento en el tercer trimestre, en comparación con el año anterior, según la firma de investigación tecnológica Counterpoint. Su creciente presencia en los países asiáticos en desarrollo ha fortalecido sus ventas, lo que la ayudó a convertirse en la séptima marca de teléfonos inteligentes más grande del mundo a fines del trimestre, según Counterpoint.
En América Latina, Realme tendrá que competir con dispositivos fabricados por Samsung y Huawei, que dominan la participación de mercado. El impacto de la pandemia, que se espera que lleve a la región a la mayor contracción económica en al menos un siglo, ha limitado la cantidad de dinero que los jóvenes están dispuestos a gastar, proporcionando una oportunidad para los teléfonos de Realme, cuyo precio comienza en alrededor de 135 dólares (2 mil 731 pesos mexicanos), apuntó Barrios.
"Por la situación de COVID en Latinoamérica, hay muchos retos, pero hay muchas oportunidades aquí también", dijo.
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