Tokio 2020

¿Cuál es la disciplina que más alegrías le ha dado a México en la historia de los Juegos Olímpicos?

La delegación mexicana apunta a lo alto en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, y este deporte ocupa un lugar privilegiado en los anales de la historia deportiva de nuestro país.

Este deporte ocupa un lugar privilegiado en nuestro país. (Shutterstock / Olympic.com)

La disciplina que más alegrías le ha traído a México en la historia de los Juegos Olímpicos son los clavados, que ocupan un lugar privilegiado en los anales de la historia deportiva de nuestro país, pues es la que más medallas ha cosechado en las competencias internacionales y tiene el récord de 14 preseas olímpicas.

Los clavados es un deporte en el que México se puede considerar una potencia mundial, porque siempre está compitiendo contra los mejores. Lo mejor es que por primera ocasión en su historia, la delegación mexicana tendrá 12 plazas en esta disciplina en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

Y comenzamos con el máximo ganador de medallas en la historia de la delegación mexicana. Se trata de Joaquín Capilla, quien tiene un total de cuatro medallas: bronce en Londres 1948 y la plata en Helsinki 1952 (ambas en plataforma de 10 metros). En Melbourne 1956 puso en lo más alto el nombre de México con dos preseas: oro en plataforma de 10 metros y bronce en trampolín de 3 metros.

Se comenzaba entonces a escribir la historia de los clavados para nuestro país. En Roma 1960, los buenos resultados continuaron gracias a la medalla de bronce que obtuvo Juan Botella en trampolín 3 metros. Y llegó México 1968, las Olimpiadas celebradas por nuestro país, en donde Álvaro Gaxiola se colgó la plata en plataforma 10 metros.

Sin embargo, México tropezó en dos ediciones olímpicas sin cosechar preseas. Pero llegaría Carlos Girón para adjudicarse la medalla de plata en Moscú 1980, con una sorprendente actuación en el trampolín 3 metros ante gigantes de la disciplina. En Seúl 1988, Jesús Mena consiguió el metal de bronce en la plataforma 10 metros.

Otros 12 años pasarían para que la disciplina de los clavados volviera a hacerse presente en una justa olímpica. Fernando Platas hizo honor a su nombre y refulgió con el metal plateado en el trampolín 3 metros en Sídney 2000.

Mujeres del Olimpo

Las mujeres clavadistas comenzarían a escribir su propia historia en Beijing 2008. Paola Espinosa y Tatiana Ortiz le dieron a México la primera presea en pruebas femeniles, luego de adjudicarse el bronce en clavados sincronizados plataforma 10 metros.

Para Londres 2012 la gran Paola Espinosa repetiría medalla, ahora junto a la joven Alejandra Orozco, quienes conquistaron la medalla de plata en sincronizados plataforma 10 metros. La dupla varonil integrada por Iván García y Germán Sánchez repitió la hazaña.

Pero ahí no concluyó la historia, Laura Sánchez Soto se convirtió en la única clavadista mexicana que ha obtenido hasta ahora una medalla olímpica en una prueba individual. La originaria de León, Guanajuato se adjudicó el bronce en trampolín de 3 metros.

Para Río 2016, Germán Sánchez sumó su segunda medalla olímpica, tras adjudicarse el metal plateado en plataforma individual 10 metros, resultado con el que se cumplieron once justas olímpicas en las que México consigue al menos una medalla en clavados.

La nueva generación

A nivel internacional, los clavadistas mexicanos son considerados entre los principales rivales a vencer debido al alto grado de dificultad en sus ejecuciones, precisión, estética y elegancia. México vive un buen presente y tiene gran futuro en este deporte, en el que compiten de tú a tú destacadas figuras y talentos juveniles.

Arantxa Chávez, Aranza Vázquez, Carolina Mendoza, Dolores Hernández, Rommel Pacheco, Osmar Olvera, Yahel Castillo, Juan Manuel Celaya, Alejandra Orozco, Gabriela Agundez, Iván García, Andrés Villarreal, Diego Balleza y Kevin Berlín van con la misión de acrecentar el medallero histórico para México en esta disciplina. Todas nuestras buenas vibras para ellas y ellos.

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