El equipo PU++ (PUMAS en lenguaje de programación), integrado por estudiantes y un profesor de la Facultad de Ciencias de la UNAM, ocupó el tercer lugar de Latinoamérica y el primero entre los tres equipos de México que participaron en las Finales Mundiales del Concurso Internacional de Programación Universitaria (CIPC, por sus siglas en inglés), realizado en la Universidad de Pekín, China.
Además, el equipo universitario conformado por los alumnos Luis Chacón Ochoa, Santiago Ley Flores, Jorge Fernández Hidalgo y el maestro Manuel Alcántara Juárez, obtuvo el lugar 36 de un total de 140 representativos de 51 países, en la competencia más importante y de mayor prestigio en el ámbito de la programación.
"Nos sentimos muy orgullosos porque no sólo fuimos a competir, sino a jugar un buen papel para la UNAM y para nuestro país. Agradecemos el apoyo de la Facultad de Ciencias", comentó Alcántara Juárez.
Competencia
A cada equipo (de tres integrantes y un entrenador) se le asigna una computadora sin conexión a internet para solucionar entre siete y 10 problemas con algoritmos creados en algún lenguaje de programación aceptado; no se permite usar ningún dispositivo electrónico. Gana quien resuelva el mayor número de problemas en el menor tiempo.
Los jóvenes de la UNAM resolvieron cinco y avanzaron 70 lugares con respecto al resultado obtenido en 2017. Es la segunda ocasión que un representativo de la Universidad Nacional participa en esta competencia, organizada por la Asociación de Maquinaria Informática (ACM).
La participación en concursos de programación permite mejorar el desempeño académico, incluso tener oportunidades laborales, pues los problemas a resolver son parecidos a los planteados en las empresas. Son los casos de Luis Chacón y Santiago Ley, estudiantes de Ciencias de la Computación, quienes tienen un contrato para laborar con Microsoft en Seattle. Mientras, Jorge Fernández, quien cursa Matemáticas, pretende dedicarse a la investigación en su área.
Pasión por la programación
"Es relativamente nueva la participación de Latinoamérica en estas competencias en comparación con países de Europa del este o de Asia, en donde les enseñan a programar desde la primaria. Con nuestra presencia en la final mundial contribuimos a que haya mayor interés de los alumnos en México y en nuestra Universidad", comentó Jorge Fernández.
Santiago Ley recomendó a sus compañeros explorar las áreas de programación que más les gusten. "Debes dedicarle mucho tiempo a los concursos, pero si es lo que te gusta, no se siente como una carga".
En tanto, Alcántara instó a los padres de familia a motivar a sus hijos desde pequeños para participar en cualquier tipo de competencia, pues les ayudará a encontrar su vocación.
El trofeo de campeón mundial quedó en manos de la Universidad Estatal de Moscú, el segundo lugar fue para el Instituto de Física y Tecnología de Moscú, y el tercero para la anfitriona Universidad de Pekín.
Finalmente, los estudiantes agradecieron el apoyo de sus familias, de la Facultad de Ciencias y de Guillermo Pulido, director del Centro de Estudios Mexicanos UNAM-China, entidad presente durante su estancia en Pekín y en la ceremonia de premiación.