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UNAM desarrolla tecnología para medir radiación

Guillermo Espinosa, un investigador del Instituto de Física de la UNAM, desarrolló un material termoluminiscente que mide la radiación recibida por el ser humano de manera más eficiente y más económica que los equipos que hay en el mercado.

La radiación Gamma generada en medicina nuclear o tratamientos de cáncer, industria de alimentos, textil, llantera o de cosméticos impacta a los trabajadores de dichos sectores y esta debe de medirse para evitar una exposición excesiva que genere un riesgo a la salud. El aparato que se usa se llama dosímetro.

En el Instituto de Física (IF) de la UNAM, el investigador Guillermo Espinosa García desarrolló un material termoluminiscente que, en forma de pastillas de cinco milímetros de diámetro, detecta y mide la radiación recibida por el cuerpo humano a un costo más accesible y con mayor sensibilidad que los equipos comerciales. 

En conferencia de prensa, Espinosa explicó que el dosímetro termoluminiscente es el de mayor uso en el mundo; se trata de una caja de plástico de unos cuantos centímetros, portátil.

En su interior tiene dos o cuatro pastillas de aquel material, que al ser expuestas a la radiación mediante procesos físicos almacena la información de la cantidad de radiación recibida. El personal que está en contacto frecuente con emisiones debe portarlo en el pecho, la cintura, la muñeca o en los dedos de las manos.

Este desarrollo está pensado para aplicarse en dosimetría de personal e innova al utilizar óxido de silicio, material que supera en eficiencia, estabilidad, reproducibilidad de información y costo a los que usan los equipos comerciales de otros países.

"Para probar nuestro desarrollo realizamos las 11 pruebas que se hacen a los dosímetros y todas tuvieron excelentes resultados. Logramos 50 por ciento más sensibilidad para detectar radiación respecto al litio de los productos comerciales y que la capacidad del dosímetro no decaiga antes de seis meses", señaló.

Además de competitivas, las pastillas son considerablemente más baratas que las que se encuentran en el mercado.

Para la elaboración del material, el universitario recurre a fibras ópticas comerciales (hechas de óxido de silicio) que en el laboratorio se cortan, muelen, preparan y convierten en pastillas de cinco milímetros de diámetro, talla suficiente para incluirlas dentro de un aparato portátil.

DOSÍMETROS

La dosimetría –área de la física que calcula las dosis absorbidas en tejidos y materia tras la exposición a radiación ionizante– mide partículas alfa, beta y gamma.

"Estos equipos se usan fundamentalmente en hospitales. Todos los pacientes que son irradiados para tomografías, tratamientos de cáncer, radiología y medicina nuclear son medidos con ellos, al igual que los empleados de los hospitales, que están en contacto frecuente con equipos de radiación", explicó.

Otro grupo sujeto a mediciones incluye a los trabajadores de las industrias de alimentos, farmacéutica, textil, llantera, de plásticos y de cosméticos. "También los usamos en la UNAM, aquí en el Instituto de Física, donde experimentamos con cuatro aceleradores de partículas, y en el Instituto de Ciencias Nucleares, donde tienen una fuente de cobalto para uso industrial", precisó.

Los dosímetros pueden detectar de 200 a 300 irradiaciones sin necesidad de reemplazarlos y cada persona en contacto con radiación debe tener mediciones por lo menos una vez al mes.

El desarrollo presentó la solicitud de patente ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), desde 2014, con miras a llevar este desarrollo de la Universidad Nacional al mercado.

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