Los Cabos. Mavila es un desarrollo que nació hace ocho años, para darle acceso a sus propietarios al estilo de vida de Quivira, por un precio un poco por debajo del promedio respecto al resto de sus comunidades.
Loren Iriarte, directora comercial de Discovering Mexico (DM), consideró que un menor precio por metro cuadrado y la ventaja del financiamiento directo, fueron fundamentales para el éxito de este desarrollo que facilitó a extranjeros y mexicanos comprar su primera propiedad en Quivira.
Los dueños de Mavila tienen acceso al Club de Playa, al campo de golf, a los restaurantes de los hoteles y en general al ambiente de una de las comunidades residenciales más exclusivas de Los Cabos.
Del momento de su lanzamiento a la fecha el precio de los condominios de dos recámaras, que salieron a la venta en 220 mil dólares, ya supera los 450 mil y todo ello ha ocurrido de manera orgánica debido a la calidad del desarrollo y al aumento de la demanda en Cabo San Lucas.
Iriarte dijo que, desde su perspectiva, esta comunidad ha sido una gran opción no sólo como inversión sino también como una puerta de entrada muy popular para disfrutar de este desarrollo.
Mavila en los próximos años estará rodeado de un segundo campo de golf, que la volverá todavía más atractiva para la renta vacacional, con la ventaja de que este año y a poco más de un kilómetro de distancia dentro del propio Quivira abrirá sus puertas el hotel St.Regis, que será uno de los más lujosos y exclusivos de Los Cabos.
Cientos de propiedades
Hasta ahora se han entregado 240 condominios en el área del Pueblito de Mavila y faltan todavía por comercializar otros ochenta, para llegar a un total de 320 lo que marcará la consolidación del proyecto.
En esta última etapa se volverán a liberar unos lofts de una sola recámara que han tenido gran demanda, no solo porque son ideales para personas que viven solas o parejas que invierten en su primera propiedad, sino por la facilidad que ofrecen para ser rentados a través de las plataformas digitales.
Mientras tanto en las Torres de Mavila, como se le conoce a la sección de departamentos con vista el mar y al campo de golf, ya se han vendido 100 propiedades.
Estas torres tienen entre cuatro y cinco niveles y, además, cinco departamentos por piso para sumar 25; recientemente ya se entregó la torre uno y en las próximas semanas iniciará el proceso de adjudicación de la torre dos.
En agosto tocará el proceso a la torre tres y ya está en marcha el proceso de venta de la torre cinco.
En Mavila también se comercializaron 14 casas y ahora se proyecta liberar unas villas, aunque todavía no se define si serán de uno o dos niveles, diseñadas para quienes buscan espacios individuales.
Evolución de los precios
El boom en la demanda de propiedades inmobiliarias que experimentó Los Cabos a partir de la pandemia ocasionó sorpresas en muchos desarrollos y Mavila no fue la excepción.
Tras lanzar este proyecto en diciembre de 2016, recordó Iriarte, las primeras ventas se materializaron en 2017 y se contemplaba que la evolución de sus precios iría en línea con el promedio del destino, que entonces era de cinco o seis por ciento al año.
A finales del 2018, DM hizo un análisis del primer inventario que se vendió y se encontró que ya tenían una apreciación del 45% en pesos y 40% en dólares, incluso cuando no se habían entregado las primeras propiedades.
Actualmente hay inmuebles que han superado el doble de su valor inicial y, por ejemplo, están los condominios de una recámara en un tercer nivel que se vendieron en 140 mil dólares que ya están en 385 mil en el mercado secundario, ejemplificó.
La aportación de Mavila al desarrollo de Quivira, abundó, ha sido mostrar la importancia de diversificar lo que ha permitido vender de forma simultánea varios tipos de propiedades.
El feeling de un pueblito que está aportando esta comunidad, sostuvo, ha sido reconocido y bien aceptado por el mercado, pues además ofrece la sensación de que la densidad es menor.
Los propietarios también reconocen el valor de la piscina, el jacuzzi y de poder disfrutar de uno de los mejores clubs de playa de la zona, además del gimnasio y los extensos espacios para hacer caminatas, del jardín botánico y un servicio de concierge que puede incluir el cuidado de mascotas.