Antes del art déco, los cañaverales y las torres de Babel del sur de la Florida, fueron los Everglades. Hábitat de especies en riesgo, como la tortuga laúd y el manatí antillano, este gran humedal ha perdido más de la mitad de su extensión original a causa del crecimiento urbano, el desarrollo agrícola y la gestión hídrica.
Organizaciones de la sociedad civil como Friends of the Everglades alzan la voz y proponen iniciativas para visibilizar la importancia de proteger y restaurar, no solo el parque nacional, sino el ecosistema. Después de todo, el agua que desemboca en los Everglades comienza su viaje en el centro de la Florida.
Integrada por una veintena de áreas naturales protegidas, la ruta Everglades Trail sigue el cauce de las aguas que desembocan en el sur del estado. Dispersas entre parques jurásicos y torres del terror, estas reservas cerca de Orlando y Kissimmee custodian la fuente de vida de los Everglades.
Shingle Creek: kayak entre aligátores en Kissimmee
En el corazón de Kissimmee, entre tiendas de baratijas y restaurantes con delirio de corte medieval, descansa el parque regional Shingle Creek. Discreto, quizás demasiado discreto, el punto más septentrional de la cuenca de los Everglades pasa desapercibido.
Shingle Creek protege canales custodiados por aligátores, águilas pescadoras y culebras de agua de Florida. Para verlos de cerca, remar es una gran alternativa. En el sector Steffee Landing, a orillas de la carretera Irlo Bronson, The Paddling Center ofrece renta de kayaks y recorridos guiados.
Disney Wilderness Preserve: senderismo en el centro de la Florida
¿En busca de ratones que hablan? Este es el lugar incorrecto. Aunque al nombre sugiere lo contrario, en este parque los espectáculos son impredecibles y las filas inexistentes. 55 kilómetros al sur del centro de Orlando, esta reserva ecológica guarece una extensión que rebasa las 4,650 hectáreas.
Administrado por The Nature Conservancy, el parque está integrado por lagos, pastizales y humedales recuperados. Disney Wilderness Preserve ofrece cerca de 10 kilómetros de senderos habitados por más de 150 especies de aves. En la reserva se pueden ver cipreses que crecen en agua y anolis que cambian de color como por arte de magia. Mata esta, Campanita.
Kissimmee Prairie Preserve State Park: naturaleza en la Florida profunda
250 kilómetros al sur de Orlando, donde las montañas rusas ceden terreno a cotos de caza, un parque estatal resguarda el mayor reducto de pradera seca de la Florida. Con una combinación de humedales, praderas y petenes, Kissimmee Prairie Preserve cobija aves amenazadas, venados cola blanca y nutrias de río, entre otras especies.
Este parque estatal no es para cualquiera: los servicios son básicos, las comodidades urbanas inexistentes y las inclemencias climáticas inescapables. Dicho lo anterior, la pradera de Kissimmee es ideal para acampar lejos de la civilización, recorrer senderos apenas transitados y observar estrellas en un entorno libre de contaminación lumínica.
Marck Guttman es fotógrafo, escritor y partidario devoto del turismo sostenible. Ha publicado más 800 historias en medios nacionales e internacionales y dirige el blog Don Viajes. En esta columna, aborda temas turísticos relacionados con conservación, áreas naturales protegidas y desarrollo comunitario.