Viajes

¿Eres amante de la adrenalina? Este deporte es para ti

El salto B.A.S.E es una práctica deportiva que requiere gran especialización, pues el peligro será uno de sus principales ingredientes.

En lo alto de una torre se encuentra un hombre con la intención de aventarse al vacío; desde tierra firme, decenas de personas le miran impresionadas ante la expectativa de lo que sucederá, elementos de seguridad rodean la zona, mientras algunos medios de comunicación se dan cita y preparan las cámaras fotográficas y de video que capturarán el momento del salto.

Lo anterior, no describe un acto suicida, sino al B.A.S.E. Jump, una práctica deportiva que desde 1978 (con casos aislados desde mediados del siglo XVIII), se lleva a cabo alrededor del mundo siendo Estados Unidos, Malasia y España, las regiones con más exhibiciones anuales.

Jesús Núñez, director de eventos de Aosora Hane, empresa especializada en la producción de espectáculos aéreos, explica que esta actividad debe su nombre a la letra inicial de los puntos desde donde se realizan los saltos, con practicantes a nivel mundial: Bulding, Antenna, Span y Earth (B.A.S.E.).

Señaló además, que este deporte lleva al límite la disciplina del paracaidismo y es que para poder realizarlo, será necesario tener un registro de entre 200 y 250 saltos desde un avión, requisito que de alguna manera asegura el hecho de que el practicante del B.A.S.E. Jump cuenta con el manejo adecuado de sus aterrizajes.

A nivel mundial, existen exhibiciones y hasta competencias anuales en diversas regiones de Asia Europa y Estados Unidos; sin embargo, éstas son aún muy pocas, debido a que este deporte extremo requiere de un alto grado de especialización.

Preparación física y legal

Según el experto, un BASE. jump tiene un grado de dificultad muy alto, puesto a que la mayoría de estos saltos se realiza a menos de 600 metros de altura, en caída libre a una velocidad de 76 metros por segundo, por lo que el practicante de esta actividad tiene menos de 10 segundos antes del punto de impacto.

Por lo tanto, es muy importante que el deportista esté preparado y tenga buena condición física, misma que "depende de ellos mismos, además, para aquellos que participan en exhibiciones formales, se requiere de mayor especialización por lo complejo del aterrizaje", señaló Jesús Núñez.

Explicó que antes de iniciar con los saltos B.A.S.E., es necesario tomar un curso de paracaidismo, posteriormente, realizar y registrar alrededor de 200 saltos en paracaídas desde un avión.

Una vez realizados los pasos anteriores, toca el turno de asistir a un curso de saltos desde puntos fijos, la mayoría de las escuelas están en Estados Unidos.

Cuando se realiza un salto desde una altura de 600 metros aproximadamente, el paracaídas debe abrirse lo más rápido posible, además, los saltos se realizan con solamente un paracaídas, puesto que no hay tiempo para utilizar el de reserva.

En cuanto a los requerimientos legales, Jesús Núñez señaló que "hay un vacío en ese sentido y es que realizar una actividad así no está permitido, pero tampoco prohibido; todo depende de las construcciones desde donde se realizará; para que te den el acceso, con se solicitar un permiso de los dueños de la construcción basta".

Sin embargo, agregó que parte de la 'magia' de este deporte es la adrenalina de hacer algo sin un permiso "mucho de lo que estos paracaidistas hacen es llegar a un objetivo y saltarlo sin tener que rendir cuentas a nadie, digamos que lo hacen de manera clandestina, es parte de sus rutinas", comentó.

Diversos saltos de esta categoría se han realizado en nuestro país, en regiones como: el puente de Mezcala, en Guerrero; el Circuito Independencia, en Monterrey; así como también en algunos edificios de la Ciudad de México. Sin embargo, no fueron realizados de manera formal.

Advertising
Advertising