Viajes

Jardines de la Reina, bucea con cocodrilos en el paraíso

El tercer arrecife más grande del mundo es perfecto para el buceo, un lugar famoso por la presencia de tiburones y enormes reptiles.

Durante más de 40 años, el archipiélago conocido como Jardines de la Reina en Cuba, estuvo protegido por Fidel Castro, quien al ver lo espectacular que era lo compartía solo con sus amigos cercanos.

Se dice que Fidel disfrutaba tanto de esta zona de buceo privada en los años sesenta, que la CIA intentó asesinarlo aquí por lo menos un par de veces, la primera ocasión colocando un potente explosivo dentro de una brillante concha de caracol con el propósito de llamar su atención. La segunda vez mediante un traje de buceo impregnado de toxinas. Por supuesto, en ambos casos como en otras tantas ocasiones los intentos fallaron y la historia siguió su curso.

Este sitio fue descubierto por el extraordinario navegante Cristóbal Colón, cuando navegó por el sur de Cuba durante su segundo viaje y se sorprendió con este archipiélagos así que lo bautizó como Jardines de la Reina en honor a Isabel la Católica.

La sorprendente Habana

Antes de sorprendernos con este paraíso que se mantiene casi virgen, gracias a que era casi un secreto para los turistas, nuestro viaje empezó con un vuelo de casi dos horas directo a La Habana.

La idea es que antes de bucear, nos demos tiempo para recorrer la capital cubana un par de días, el recorrido tradicional empieza por El Capitolio, un edificio construido en 1929 inspirado en el panteón de París, nombrado Patrimonio cultural de la Humanidad por la Unesco, el cual es considerado el edificio más importante de esta ciudad.

Más tarde fuimos a encontrarnos con el sabor de cuba en El Floridita y La Bodeguita del Medio, dos de los bares y restaurantes que debes de probar.

Para terminar visitamos El Fuerte, La Casa de Fuster, donde puedes ver casas murales y otros sitios decorados con mosaicos gracias al ingenio del artista cubano.

Y finalmente cerramos nuestro recorrido en La Plaza de la Revolución, sitio de los grandes discursos revolucionarios y cuya imagen del "Che" es representativa de la isla.

Caminamos por el malecón al atardecer y observamos paseos de los automóviles que tienen casi 100 años y que van de aquí para allá en la isla coloreando su calles.

En la noche, antes de irnos al hotel, volvimos a hacer una parada para observar un show musical de los que quedan vivos de el gran grupo "Buenavista Social Club".

Una vez extasiados de estos lugares tan hermosos, salimos de La Habana hacia el sureste de Cuba a un pueblo llamado Júcaro

Siguiente parada

Después de un viaje por tierra de unas cinco horas desde La Habana hacia la ciudad de Ciego de Ávila al centro de la isla, se toma una desviación de una hora más al sur hacia el pequeño puerto de Júcaro donde nos embarcamos a bordo del Avalon III.

El barco es muy nuevo y cómodo, cuenta con todas las amenidades para poder disfrutar de una semana llena de aventuras en este paraíso caribeño.

El Avalon III es una nave maravillosa. Tiene cocina, comedor-terraza techados, terraza sin techo con jacuzzi, bar, sala de TV, área de equipos de buceo y 14 camarotes muy amplios, todos ellos con baño propio, en fin, una comodidad absoluta.

Hora de bucear

Los arrecifes en Jardines de la Reina se encuentran radiantes de vida. Las especies que abundan aquí en muchos lugares del Caribe desaparecieron ya hace muchos años, o bien no se encuentran en tamaño y número como en este fascinante sitio.

Es posible encontrar corales centenarios y docenas de tiburones caribeños y sedosos, sábalos enormes, barracudas, tortugas y muchas más especies abundan en este lugar que cuenta con una protección bajo régimen especial. Por ejemplo, solo se permite la pesca comercial de langosta bajo un estricto programa que cuida su periodo reproductivo.

Una de las especies preferidas es el mero guasa (Epinephelus itajara) que se encuentra amenazado de acuerdo a la lista de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Durante los buceos encontramos un ejemplar que alcanza más de metro y medio de largo y se comportó muy amigable acompañándonos en todo momento. Incluso pudimos observarlo devorar una langosta enorme de un solo bocado.

En general la sensación de aquellos que viajan a Cuba es la de regresar en el tiempo, de arribar a un lugar donde no es necesario apresurarse para llegar a ninguna parte en particular ya que la historia se palpa en todo momento.

Esa misma sensación es la que se tiene al visitar Jardines de la Reina, donde todos los buceos son fabulosos y hacen vibrar al corazón a un ritmo frenético.

Cuando cae la noche, y después de disfrutar una reparadora y deliciosa cena, nuestros párpados se cierran ante el cansancio de un día intenso pero el corazón se abre sonriendo ante la sensación de haber vivido una aventura plena, de haber presenciando algo único durante el día y la emoción obliga a no esperar para poder vivirlo nuevamente.

Consejos para Bucear en Los Jardines de la Reina

Realizamos el buceo con nitrox, lo que nos permitió mucho más tiempo de fondo: cuatro buceos diarios durante seis días, incluyendo buceos de noche.

Otro gran hit es bucear los manglares vírgenes que ofrecen una gran cantidad de vida y son los pulmones del arrecife.

Por último y además emocionante, realizamos buceo scuba y apnea con el famoso cocodrilo llamado "El Niño". Este espécimen está acostumbrado a la gente desde hace muchos años y es bastante seguro bucear con él, lo que facilita fotografiarlo desde muchos ángulos.

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