Las Encuestas

El temor a las deportaciones de Trump

La amplia preocupación por las deportaciones parece la respuesta social a una alarma sísmica en la relación bilateral. Habrá que estar pendientes.

La reciente encuesta nacional de El Financiero, publicada el lunes 2 de diciembre, arroja un dato que refleja una amplia preocupación en México por las deportaciones masivas anunciadas por Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos.

De acuerdo con el sondeo, 50 por ciento de las personas entrevistadas dijo estar ‘muy preocupada’ por la política de Trump de deportar inmigrantes ilegales. Sumando a quienes dijeron que les preocupa ‘algo’, que fue 18 por ciento, el nivel de preocupación aumenta a 68 por ciento, poco más de dos tercios de la población adulta en el país.

La publicación del lunes 2 también ofreció un dato desagregado muy interesante: entre quienes dicen recibir dinero de familiares que viven en Estados Unidos, el porcentaje de preocupación aumenta a 79 por ciento, de los cuales 63 por ciento dijo estar muy preocupado por las deportaciones.

El dato se entiende porque refleja la interconexión social, familiar, económica y, en cierta medida, la dependencia de los recursos que fluyen de un país a otro, una de las principales fuentes de ingreso a la nación.

Pero la encuesta también revela que, junto con estos factores de interés propio y de interconexión social, también hay aspectos políticos que pesan en estar o no preocupado por lo que haga Trump.

Según el sondeo, las personas con afinidad política morenista expresan una mayor preocupación por el anuncio de las deportaciones que quienes expresan una afinidad política con la oposición.

Para ponerle datos, el porcentaje que expresa mucha preocupación por las deportaciones alcanza 52 por ciento entre morenistas y 40 por ciento entre oposicionistas, una diferencia de 10 puntos.

¿Acaso las bases morenistas y las bases oposicionistas perciben que las potenciales acciones de Trump pudieran tener no sólo un impacto social y económico, sino también repercusiones políticas en nuestro país?

En otras palabras, ¿será que los segmentos partidarios de la opinión pública mexicana ven en Trump un factor que incidirá en la política nacional, por las implicaciones y significados de sus acciones?

Eso parece, según los primeros resultados que obtenemos con esta encuesta. Además, el mismo sondeo indica que entre quienes aprueban el trabajo de la presidenta Sheinbaum expresan una mayor preocupación por las deportaciones que quienes la desaprueban, lo cual abona evidencia a la hipótesis de que detrás de las preocupaciones por Trump hay factores políticos, no sólo económicos o sociales.

Habrá que darle seguimiento a esto a través de las encuestas para saberlo y confirmarlo, pero es muy probable que para el gobierno mexicano el factor Trump pesa, y pesa mucho, por lo que la retórica de la 4T tendrá que pasar (o está pasando) por algunos ajustes.

Aquí algunos desgloses de la encuesta para ver cómo se reflejan esos ajustes.

La encuesta revela que la mayor preocupación por las deportaciones de Trump se expresa en la región norte del país, con 57 por ciento que dijo preocuparle mucho. Les siguen el centro y el centro-occidente, con 52 y 51 por ciento, mientras que en el sur, la preocupación por las deportaciones es la más baja, con 38 por ciento que dijo que éstas le preocupan mucho.

Según el estudio, a los hombres les preocupan más las deportaciones que a las mujeres, con 53 y 46 por ciento que dijeron que les preocupan mucho, respectivamente.

Por edades, los porcentajes son mayoritarios entre los segmentos de 30 a 49 años y de 50 años o más, con 53 y 54 por ciento, respectivamente, mientras que entre los y las mexicanas de 18 a 30 años 42 por ciento se dijo muy preocupado.

Finalmente, por niveles de escolaridad la encuesta arroja que los más preocupados por las deportaciones son quienes tienen estudios universitarios, con 63 por ciento, mientras que entre los segmentos de educación básica y media se registró 45 y 46 por ciento que dijeron estar muy preocupados.

Esta amplia preocupación por las deportaciones parece la respuesta social a una alarma sísmica en la relación bilateral. Habrá que estar pendientes.

COLUMNAS ANTERIORES

Democracia y autoritarismo en América Latina
Guadalupanismo en declive

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.