El lunes y martes pasados se realizó en la ciudad de Oaxaca un seminario para repensar la estrategia hacia el sur, organizado por la Secretaría de Desarrollo Económico de Oaxaca, por la Facultad de Economía de la UNAM, por la Cepal y la Fundación Friedrich Ebert, con el fin de explorar nuevos caminos para transformar a la región en una zona dinámica de alta competitividad y con ello, salir al paso de los efectos negativos del bajo crecimiento, que han llevado a que se den flujos migratorios importantes hacia el norte.
Este esfuerzo busca impulsar un desarrollo integral de la región e ir más allá de los planteamientos de recrear el proceso de crecimiento más allá del Tren Interoceánico, buscando integrar cadenas de valor que permitan integrar a regiones de entidades como Chiapas, Veracruz, Tabasco, Yucatán y Quintana Roo, tratando de impulsar un crecimiento económico inclusivo y sostenible, además de fortalecer la cohesión social y política.
El seminario planteó desarrollar un modelo sostenible e inclusivo del sur de México buscando transformarlo en una región dinámica, competitiva y cohesionada social y políticamente. Este esfuerzo debería partir de reducir los flujos migratorios hacia el norte, atacando las causas estructurales como la desigualdad y la falta de oportunidades. El seminario destacó una visión estratégica que reconoce las particularidades del sur de México. Esta región históricamente ha enfrentado desafíos como la marginación económica y la falta de infraestructura, lo que ha frenado su desarrollo. Al priorizar cadenas de valor integradas y un enfoque multisectorial, se busca romper con las dinámicas de dependencia económica.
La relación entre subdesarrollo y migración es evidente en el contexto mexicano. Este esfuerzo tiene el potencial de reducir las presiones migratorias hacia el norte si logra generar empleos y mejorar el bienestar local. Sin embargo, esto requiere tiempo, inversiones sostenidas y cooperación entre múltiples niveles de gobierno y actores sociales. El enfoque en un crecimiento ‘inclusivo y sostenible’ es clave para garantizar que los beneficios del desarrollo lleguen a las comunidades más vulnerables y es necesario mencionar que esto se alinea con las agendas globales, de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), promovidos por la ONU.
El Presupuesto federal debería reestructurarse buscando integrar cadenas de valor y generar cohesión social en el sur, lo que requiere de grandes inversiones en infraestructura, educación, capacitación y tecnología. Asimismo, requiere coordinar esfuerzos, ya que los estados mencionados tienen diferentes contextos políticos, sociales y económicos, lo que puede complicar la implementación de estrategias comunes. Es necesario enfatizar el impacto ambiental, es crucial que los proyectos como el Tren Interoceánico y las cadenas de valor no sacrifiquen los recursos naturales ni afecten a las comunidades indígenas.
El seminario representa un esfuerzo significativo para abordar problemas estructurales en el sur de México mediante una visión integral y colaborativa. Sin embargo, el éxito de estas propuestas dependerá de la capacidad de las instituciones para movilizar recursos, garantizar una ejecución transparente y mantener un equilibrio entre desarrollo económico, equidad social y sostenibilidad ambiental.
La construcción de una agenda de desarrollo para el sur requiere de inversión en infraestructura, construir y modernizar carreteras, puertos, aeropuertos y sistemas de transporte público para mejorar la conectividad regional. Se enfatizó que es necesario desarrollar una sociedad del conocimiento, para lo cual es necesario implementar proyectos de infraestructura digital, como redes de internet de alta velocidad, para apoyar la economía digital y las nuevas industrias. Es decir, transformar al sur en una sociedad del conocimiento y la creatividad, para lo que se perfila el crear zonas económicas especiales con incentivos fiscales y regulaciones amigables para atraer inversiones nacionales e internacionales.
Se mencionó, asimismo, la necesidad de fomentar la diversificación económica, impulsando sectores como el turismo, la agricultura sostenible, las energías renovables y las manufacturas avanzadas. En la reunión, las instituciones de educación superior de la región demandaron la necesidad de fortalecer la calidad de la educación básica, técnica y universitaria en la región para preparar a la fuerza laboral para los empleos del futuro y asociarse con el sector privado para desarrollar programas de capacitación específicos, según las necesidades de las industrias locales.
En una región con creatividad, pero sin capacidad de desarrollar un tejido empresarial más denso, se habló de la necesidad de apoyar la innovación y el emprendimiento, para lo que se propuso crear incubadoras y aceleradoras de empresas para apoyar a emprendedores locales, a la vez que se invierta en investigación y desarrollo (I+D) en universidades e institutos tecnológicos de la región. Todo esto, complementados con políticas públicas inclusivas empeñadas en diseñar programas sociales dirigidos a reducir la pobreza y la desigualdad, particularmente en comunidades rurales e indígenas. Sugiriéndose que las políticas sean participativas, incluyendo a las comunidades locales en la toma de decisiones.
Se mencionó la necesidad de promover proyectos económicos que respeten el entorno natural, como la reforestación, la protección de recursos hídricos y el desarrollo de energías limpias. Se mencionó la necesidad de garantizar que el desarrollo no comprometa la biodiversidad ni los recursos naturales de la región.
De esta forma este encuentro estableció la necesidad de fortalecer las instituciones públicas locales para garantizar que los recursos se utilicen de manera eficiente, y se complemente con alianzas público-privadas para compartir riesgos y maximizar el impacto de los proyectos. Concluyéndose que la mejor forma de enfrentar al norte es fortaleciendo el sur del país.