Con apenas dos largometrajes de ficción, David Pablos ha realizado la première internacional de ambas películas en el Festival de Cine de Cannes. Casi de manera simultánea a su estreno comercial en México, su segunda entrega, Las elegidas (2015), recibió 13 nominaciones al Ariel. La cinta compite por el premio a Mejor Película, Director y Artista Revelación, tanto femenina como masculina, para sus dos protagonistas: Nancy Talamantes y Oscar Torres.
A estos logros, el cineasta de 32 años suma uno más, que considera un sueño hecho realidad. Desde hace varios meses trabaja en la adaptación para cine de la novela Los detectives salvajes, de Roberto Bolaño.
"Las historias son bellísimas, los personajes son entrañables y complejos, memorables, es un gran reto hacer una adaptación de ese libro porque hay un material riquísimo de partida", explica.
En su cine, la ficción y la realidad se mezclan. Mientras su ópera prima, La vida después (2014) es un retrato de la soledad, Las elegidas se centra en la prostitución infantil en la zona fronteriza de México con Estados Unidos. La incomunicación y la trata de personas son males contemporáneos que Pablos aborda a partir de un trabajo de investigación, en la línea de sus primeros trabajos documentales.
"Pero es en la ficción donde he encontrado la forma de contar mis historias", advierte quien luego de debutar con una cinta protagonizada por María Renée Prudencio, Rodrigo Azuela y Américo Hollander, decidió filmar con no actores tras un exhaustivo casting en Tijuana para Las elegidas. La película llegará a la plataforma de Netflix el próximo 8 de mayo.
Las historias de Pablos se completan en la imaginación de quien las ve. En el caso de Las elegidas decidió no filmar escenas de sexo o violencia, sino situaciones fuera de cuadro.
"La trata de mujeres es terrible. La película muestra sólo una pequeña parte de lo que es la realidad", asegura acerca de la trama, que escribió a partir de un texto de Jorge Volpi.
"Me presentaron ese primer guion y encontré un tema en particular, los jóvenes. Retomé la idea y escribí la historia que quería contar sobre el mundo adolescente y el universo de las familias".
CINE FRONTERIZO
Originario de Tijuana, donde vivió hasta los 18 años, David Pablos se ha movido en el circuito de festivales internacionales con buena recepción particularmente en Cannes.
Los dos títulos estrenados en el festival francés están en cartelera.
Las elegidas tiene un cierto tono documental que retoma de sus primeras dos entregas: La canción de los niños muertos (2008) -un cortometraje de ficción sobre una familia que vive la tragedia del asesinato de la madre, suceso que deja a un hombre alcohólico al cuidado de sus cinco hijos adolescentes- y Una frontera, todas las fronteras, largometraje filmado en el muro fronterizo a partir de testimonios de personas de ambos lados de la división.
La trama de Las elegidas comienza como una historia de amor. Los primeros 15 minutos se centran en la relación entre Ulises y Sofía. "Necesitaba que esos primeros momentos fueran más amables porque el resto de la película es bastante dura. Entre todas las cosas que me horrorizaron haciendo la investigación sobre la trata fue que los jóvenes, que son la mayoría, tienen 12 años o menos".
Después de esos primeros minutos se revela el conflicto: Marcos, el padre de Ulises, obliga a su hijo a prostituir a chicas jóvenes, haciendo que su novia sea su primera víctima. Así, Ulises termina por entrar al negocio familiar de tráfico de mujeres.
"Estoy orgulloso y sorprendido de que la película conecte tan intensamente con el público, más allá de que pueda gustar o no, creo que no deja a la gente indiferente. Las sesiones preguntas y respuestas han sido muy intensas, no deja de llamarme la atención que la gente salga, sí, con el enojo, la tristeza, pero llevándose preguntas a casa".
INTERNACIONAL
Las elegidas se estrenó en el Festival de Cannes 2015. Se ha presentado en San Sebastián, Zúrich, Londres, Río de Janeiro, Morelia y Los Cabos. Compite en 13 categorías por el Ariel, que se entrega el próximo 28 de mayo en una gala en el Auditorio Nacional.