Guerrero es una especie de ‘archipiélago’ donde cada isla es un feudo y donde la relación entre políticos y criminales es simbiótica.
La próxima presidenta de la República tendrá una tarea delicada: llegar a un buen entendimiento con las Fuerzas Armadas.
Sin un genuino control territorial por parte de las autoridades, los habitantes están a la merced del crimen organizado.
Para solucionar el problema de la inseguridad hay que tomar decisiones difíciles y políticamente costosas.
En seguridad, como en cualquier otro tema, los ciudadanos debemos tomar siempre con reserva lo que ofrecen los candidatos.