Cuando Mats Hummels comenzó en el futbol se desempeñaba como delantero. En 2005, su padre, Hermann, ex futbolista del TuS Schloß Neuhaus y entonces su entrenador en las fuerzas básicas del Bayern Munich, fue quien lo convirtió en zaguero. Su progenitor, dijo el mismo jugador a El País en 2013, es el juez más duro.
"Un año coincidí con Holger Badstuber (actual defensa del Bayern) y recuerdo que mi padre me dejaba a mí en el banquillo. Fueron tiempos difíciles en casa", afirmó el futbolista.
Pero el nexo entre los Hummels y el Bayern vivió un capítulo crucial. Mats sólo había jugado un partido oficial (19 de mayo de 2007) con el equipo mayor, por lo que en julio le fue informado que se querían desprender de él, lo cual ocurrió a la mitad de la temporada 2007-08.
Su padre le aconsejó que se fuera al Borussia Dortmund a sabiendas de que se encontraría con Jürgen Klopp, a quien entrenó en la campaña 1994-95 en el Mainz 05 y que en ese entonces era técnico del BVB.
Para 2012, la familia Hummels se desliga totalmente del club bávaro, cuando Hermann fue relegado de su cargo. El equipo decidió sucederlo inmediatamente con Stephan Beckenbauer, hijo de Franz. Al enterarse de la situación, Mats le ofreció que lo representara y ambos iniciaron su relación laboral.
"El Bayern me da absolutamente igual, he perdido el sentimiento de unión totalmente", comentó el defensor, previo a la temporada de 2013.
Y es que en las casi nueve campañas de Mats con el Dortmund se convirtió en titular del equipo y posteriormente ganó cinco títulos: dos Bundesligas (2010-11, 2011-12), dos Supercopas de Alemania (2013, 2014) y un DFB Pokal (2011-12). Además, fue uno de los defensores claves de la Selección alemana, campeona del mundo en Brasil 2014.
Si bien Mats acumulaba títulos con el BVB, también observaba cómo algunos de sus compañeros se iban de la escuadra y recalaban en el Munich. Primero fue Mario Götze en la temporada 2012-13 y en la campaña siguiente, Robert Lewandowski. Además de ellos, sólo dos jugadores más en la historia del futbol alemán habían sido transferidos del Dortmund al Munich (Thomas Helmer, 1992-93, y Torsten Frings, 2005-06, fueron los otros). Fue cuando Hummels también reveló que deseaba cambiar de aires. "Sólo saldría del Dortmund a uno de los seis grandes equipos de Europa", expresó.
La pérdida de competitividad del Dortmund también influyó en Mats para que tomara la decisión de irse, ya que en diciembre de la campaña del 2014-15 el equipo estuvo en puestos de descenso y la campaña que recién concluyó sólo participó en la Europa League. El defensor, según explicó Ulla Holtholff, su madre, al diario Bild en 2014, tiene una obsesión por el triunfo en el futbol. "En una ocasión salimos de vacaciones, pero él se quiso quedar en casa porque tenía la final de un torneo. Decidió viajar en tren después para alcanzarnos. Apenas tenía 12 años".
Y de nuevo el Bayern Munich se encontró en el camino de los Hummels. Ambos parecen haber olvidado sus abruptas despedidas, ya que aceptaron la oferta para que a partir de la siguiente campaña Mats vuelva al equipo en el que pasó 13 años de carrera. "Las últimas semanas han sido complicadísimas, porque he tomado una de las decisiones más difíciles de mi vida. Al final, estoy por comenzar, otra vez, un nuevo reto en mi ciudad natal, donde mi familia y mis amigos viven", explicó el futbolista en una carta.
El destino dictaminó que el último partido de Mats Hummels con la casaca del Borussia Dortmund sea contra el Bayern Munich en la final de la Copa de Alemania, equipo al que le ha ganado tres campeonatos y perdido tres.