La comida se hace con amor es su filosofía. Amante de la naturaleza, viajera de corazón y chef por vocación, ella es Susanna Palazuelos, quien lleva en alto el nombre de México a través del mundo con su placer favorito: la cocina.
El rey de Malasia y la reina Isabel II de Inglaterra, quien visitó México en 1983, son algunos de los afortunados que han tenido la oportunidad de disfrutar sus platillos, además de ser considerada pionera en bodas de playa desde hace 30 años en Acapulco.
Lo que tiene el puerto guerrerense de especial para casarse es que el cielo, la luna, las estrellas y el mar son la decoración perfecta para tan especial momento. El clima tan cálido permite que todo el equipo de Palazuelos pueda hacer los sueños posibles.
La wedding planner considera que el lugar donde se realiza el evento influye en gran parte en el banquete. Existen varios factores para elegir un menú de tres o cuatro tiempos, como el paladar de los comensales y el motivo del festejo, pero se debe aprovechar lo que brinda la región, además de tomar en cuenta la cultura gastronómica del lugar.
"Preparar un banquete depende del número de personas y del menú a ofrecer. Puede llevarme hasta una semana la preparación, pero soy muy organizada y tengo mucha gente para trabajar conmigo. Todo lo preparo antes, pero lo cocino al momento; en Acapulco lo que más piden son mariscos. Cuento con más de 40 cocinas portátiles para que todo salga como debe ser", revela la chef mexicana.
El costo del servicio depende de las necesidades del cliente. Hay paquetes de boda de tres tiempos desde 450 pesos que incluyen mesas, sillas, mantelería, vajilla, cristalería.
"Le estoy dando un giro a la comida mexicana a partir de una presentación increíble, pero que no pierde ese sabor de la cocina tradicional. Me dedico a usar ingredientes muy frescos para tener una gran calidad y sazón. La cocina es mi vida, me ayuda a repartir mucha felicidad a la gente. Se hace con amor y lo que degustan las personas es amor", afirma Susanna.
EL INICIO
Su camino por la cocina comenzó en el Glion Institute of Higher Education de Montreux, Suiza, al estudiar la carrera en administración de hotelería.
Al regresar de Suiza, Susanna radicó cuatro años en Puebla donde preparaba los buffets para la cadena de hoteles Hilton; sin embargo, ella ya no deseaba trabajar para nadie.
Con el apoyo de su esposo decidió instalar un delicatessen en Acapulco. No obstante, la gente local no sabía comer ese tipo de comida. Esta situación motivó a la chef a comenzar a preparar banquetes para promover los productos que tenía.
Gracias a una cena organizada para Susanna por Sloan Simpsons, una chef 'Le Cordon Bleu', se conocieron sus productos.
"Un invitado preguntó de dónde habían sacado tan ricos ingredientes y Sloan dijo que de mi negocio, pero yo me arriesgué a decir que también preparaba banquetes, el detalle estaba en que nunca lo había hecho de manera profesional", recuerda Susanna. Y así comenzó todo.