La compañía Casas Viejas ha desarrollado un proceso para la elaboración de cerveza artesanal con agua de lluvia, única en el país, destacó Norberto González Rodríguez, maestro cervecero de la firma queretana.
Mencionó que el objetivo es realizar un proceso de producción sustentable, que incluye además el uso de energía solar y la producción de su propia malta.
Actualmente, Casas Viejas produce de tres mil a cuatro mil litros de cerveza al año, aunque la planta, ubicada en el municipio de San José Iturbide, Guanajuato, tiene una capacidad instalada para 12 mil litros.
La empresa tiene 11 estilos de bebida en tres categorías: británica, de Europa Central y de ingredientes tradicionales mexicanos –amaranto, mezquite y gordolobo–.
En este último caso, la línea tradicional busca innovar con granos típicamente nacionales en el sabor y textura de la cerveza. En general, sus productos han tenido buena aceptación en el estado.
"Empezamos con el proyecto en 2008, en Querétaro", recordó González en entrevista. "En 2010, con la idea de la cerveza con el agua de lluvia nos mudamos a San José Iturbide, donde la atmósfera es más limpia para recuperar el agua de lluvia con buena calidad, y a partir de ese momento comenzamos a hacer el proceso."
Comentó que tienen una amplia capacidad de producción, debido a la cisterna n, en la cual se puede almacenar el agua de lluvia con la mayor seguridad y control.
Las cervezas de Casas Viejas se comercializan hoy en día en Querétaro, principalmente en restaurantes y hoteles.
Para el próximo año, el objetivo es colocar sus productos en otras ciudades de la zona, como San Miguel de Allende, Guanajuato capital o San Luis Potosí.
"Nosotros queremos llevar el proceso más allá. Tomamos los ingredientes típicos de una cerveza artesanal, partiendo directamente de los granos, de malta, de cebada, de mezquite, de avena, de amaranto, pero aparte, nosotros esos granos los acondicionamos, y eso no es muy común que lo hagan los cerveceros artesanales", expuso. "Y toda la parte sustentable que es lo que queremos aportar."
Adicional al uso de agua de lluvia –que se utiliza en algunos productos de empresas de Estados Unidos o Argentina, por ejemplo-, la compañía trabaja en el desarrollo de equipo para el tratamiento de residuos, que pueda incorporarse al proceso de producción; y hacia un mediano plazo, el cultivo de su propia cebada.