Efecto Jazz

5 jazzistas mexicanos que triunfan en el extranjero

Mucho se comenta en los circuitos de jazz mexicano de la necesidad de proyectar el talento nacional fuera del país, una asignatura pendiente en la maduración de este renacimiento de la escena local, que lleva poco más de tres lustros de mantener una expansión ininterrumpida. Si bien este crecimiento interior ha sido apuntalado por proyectos institucionales –uno fundamental, el de la formación permanente de músicos especializados en el género– y los fomentos, espacios y producciones independientes, los artistas coinciden en que aún falta que la incipiente red de management y gestorías nacionales se vincule de manera más articulada con los agentes y festivales del extranjero para exportar lo que aquí se hace.Algunos pasos ya están dados: es cada vez más frecuente la presencia de artistas de otros países que tocan aquí no solamente con sus proyectos, sino que, amén de los jams –siempre reveladores para los músicos– e invitaciones especiales, terminan por crear propuestas con sus colegas mexicanos. Ahí está la colaboración del trompetista Cuong Vu con Los Dorados, de la que surgió el disco Incendio (Intolerancia, 2008); o el ensamble Onda Road, que en 2012 formó el saxofonista francés Adrian Chaillou con músicos del país; el dúo de Daniel Wong y el tablista holandés Heiko Dijker, que se presentó en la pasada edición del Eurojazz (2014); o A love Electric, una banda que surgió en 2007 con integrantes de diversas nacionalidades que forman parte de la escena jazzística de México, y que realiza giras cada vez más exitosas por Europa, Estados Unidos y Sudamérica. Éstos, entre un largo etcétera que encuentra ejemplos de gran peso en figuras de generaciones hacia atrás. Son menos los artistas mexicanos que de forma permanente trabajan del otro lado de la frontera. He aquí algunos de los que han buscado mantenerse fuera y han triunfado en su empeño, con mayor o menor reconocimiento, pero con igual importancia para la creación de un territorio del jazz mexicano en el exterior.

Mucho se comenta en los circuitos de jazz mexicano de la necesidad de proyectar el talento nacional fuera del país, una asignatura pendiente en la maduración de este renacimiento de la escena local, que lleva poco más de tres lustros de mantener una expansión ininterrumpida.

Si bien este crecimiento interior ha sido apuntalado por proyectos institucionales –uno fundamental, el de la formación permanente de músicos especializados en el género– y los fomentos, espacios y producciones independientes, los artistas coinciden en que aún falta que la incipiente red de management y gestorías nacionales se vincule de manera más articulada con los agentes y festivales del extranjero para exportar lo que aquí se hace.

Algunos pasos ya están dados: es cada vez más frecuente la presencia de artistas de otros países que tocan aquí no solamente con sus proyectos, sino que, amén de los jams –siempre reveladores para los músicos– e invitaciones especiales, terminan por crear propuestas con sus colegas mexicanos. Ahí está la colaboración del trompetista Cuong Vu con Los Dorados, de la que surgió el disco Incendio (Intolerancia, 2008); o el ensamble Onda Road, que en 2012 formó el saxofonista francés Adrian Chaillou con músicos del país; el dúo de Daniel Wong y el tablista holandés Heiko Dijker, que se presentó en la pasada edición del Eurojazz (2014); o A love Electric, una banda que surgió en 2007 con integrantes de diversas nacionalidades que forman parte de la escena jazzística de México, y que realiza giras cada vez más exitosas por Europa, Estados Unidos y Sudamérica. Éstos, entre un largo etcétera que encuentra ejemplos de gran peso en figuras de generaciones hacia atrás.

Son menos los artistas mexicanos que de forma permanente trabajan del otro lado de la frontera. He aquí algunos de los que han buscado mantenerse fuera y han triunfado en su empeño, con mayor o menor reconocimiento, pero con igual importancia para la creación de un territorio del jazz mexicano en el exterior.

1
Mark Aanderud

No hay mejor momento para escucharlo que ahora, ya que se encuentra de gira en México y a lo largo de esta semana tendrá toquines en diversas ciudades de la República con Mole, el proyecto que acuñó con el baterista Hernan Hecht y con el que está presentando su nuevo disco, RGB-MOLE.

Ya hemos reparado en Mark anteriormente como uno de los pianistas mexicanos que es imperativo que conocer, pues, como lo dijo Germán Palomares (gerente de la estación de jazz Horizonte, del IMER), es uno de los músicos más brillantes de su generación.

Tras haber desarrollado la primera parte de su carrera en México, con frecuentes viajes a Nueva York, hoy radica en Barcelona, pero antes vivió en la República Checa, donde fue director de la carrera de piano del Conservatorio de Praga. Su acervo de grabaciones llega a la veintena –entre ellas una colaboración con la banda estadounidense de progresivo The Mars Volta, Octahedron (2009)– y de manera solista tiene dos títulos: el primero, Introducing Mark Aanderud (2005) y el proyecto multimedia Animatic Theatre (2014).

Entre los proyectos que tiene vigentes, además de Mole, está The Mark Aanderud Trio (MATRIO), que con un acento avant-garde y 10 años de trayectoria, ha logrado un sonido propio que parte del jazz para desplazarse por una diversidad de territorios musicales a través de la improvisación. Este ensamble cuenta con las colaboraciones del bajista japonés Stomu Takeishi y el guitarrista Jeff Davies, en su versión americana, y en Europa, con Masa Kamaguchi en el bajo y Marc Miralta en la batería.

También lidera el Mark Aanderud Latin-quartet y el MASEnsemble, y por supuesto, realiza una gran cantidad de colaboraciones no solo en España sino en países europeos así como en Mexico y Nueva York.
Mark Aanderud Trío en el Jimboree de Barcelona

2
Magos Herrera

Sin duda, la cantante más reconocida del país en el ámbito internacional. La exitosa carrera que comenzó en México en 1992 dio un giro en 2008 cuando se fue a vivir a Nueva York con su esposo, el baterista brasileño Alexandre Kautz. A los cinco discos que había grabado en el país sumó otras producciones: Distancia (2009), que coproducido por el saxofonista Tim Ries y contó con la participación del pianista Aaron Goldberg y el guitarrista Lionel Loueke. Este disco llegó al primer lugar de ventas de jazz en iTunes y le ganó una nominación al Grammy como Mejor Álbum de Jazz Vocal. Luego México Azul, un tributo a compositores nacionales de los 30 y 40, también coproducido por Ries, fue más allá al integrar a luminarias de la talla del pianista Luis Pedromo y John Patitucci en el bajo, obteniendo las mejores críticas.

Tras lanzar la compilación Lo Mejor de Magos Herrera (2012), la cantante publicó su álbum más reciente, con el guitarrista español Javier Limón, que comenzó a promover el año pasado.

Magos se ha consolidado no sólo como vocalista sino como compositora y se ha presentado ya en varios continentes, en importantes festivales como el de Montreaux, y el Chick Corea Festival que se realiza en el Lincoln Center de Nueva York.

Aquí con Limón, el año pasado en Montreaux:

3
Enrique Toussaint

Se afincó en Saint Paul, Minnesota, donde se ha desarrollado principalmente como músico de sesión –ha participado en ms de 100 discos- y como parte de la orquesta de Paul Anka. Ha recorrido el mundo tocando al lado de grandes figuras, como Quincy Jones, Clare Fischer, Herb Alpert, Michael Bublé, Ivan Lins o inlcuso Pácido Domingo.

Digno ejemplar de la familia, comenzó a tocar de forma autodidacta. Lo suyo, el bajo. Su carrera abarca ya cuatro décadas y también pasó por Sacbé, la legendaria banda que formó con sus hermanos, pero ha desarrollado la parte más importantre de su trayectoria en Estados Unidos, donde se unió como miembro permanente a la orquesta de Paul Anka – de la que su hermano Eugenio fue director artístico durante un tiempo-. Con él ha tocado en los más importantes escanarios de Estados Unidos (incluida la Casa Blanca) así como en programas de televisión de enorme audiencia como Larry King Live, Today Show, David Letterman, Good Morning America, The View with Barbara Walters y The Rosie O'Donnell Show, entre otros de éste y el otro lado de la frontera.

Comunidad (2007) es su único disco solista, un álbum doble con piezas de su autoría.

4
Antonio Sánchez

Referencia obligada, uno de los bateristas más reconocidos del mundo es el único músico mexicano que ha llegado a las grandes ligas del jazz de manera protagónica. Como ningún otro en la historia. Después de conquistar Nueva York y afianzarse como miembro del Pat Metheny Group, se lanzó como líder de proyectos propios –principalmente su grupo, Migration– y como compositor.

En esta línea ha lanzado ya cuatro discos en los que ha contado con colaboraciones de grandes como Chick Corea y por supuesto, Pat Metheny: Migration, New life, Three times three y Birdman, el soundtrack de batería sola que compuso para la película de Alejandro González Iñárritu, un proyecto que le ganó varios premios de la industria cinematográfica (aunque también la descalificación para concursar por el Oscar) y que sin duda ha catapultado su fama hacia otros públicos.

5
Abraham Laboriel

Es mucho más que "el bajista de sesión más ampliamente solicitado en nuestro tiempo", según la definición de la revista Guitar Player. Cierto que impresiona saber que este hermano del fallecido cantante de rock and roll Johnny Laboriel ha participado en más de 5 mil producciones discográficas, pero lo que realmente vale la pena es escucharlo en sus proyectos menos comerciales.

Laboriel es todo un monumento al bajo, este hombre de profunda espiritualidad cristiana trabaja más de lo que produce materiales propios, pues sólo tiene seis discos bajo su nombre, entre ellos Abraham Laboriel. Dear Friends (1993), Justo Almario and Abraham Laboriel (1994) y Reyes y Sacerdotes. Cumbia y vallenato (2011).

La brevedad de su legado discográfico como líder solo destaca la personalidad humilde de aquel joven que se afincó en Los Ángeles a sugerencia de Henry Mancin y se convirtió en uno de los bajistas más connotados en el ámbito mundial.


Por supuesto esta lista es acotada. Hay artistas que han atraído menos reflectores pero que están abriendo camino, como es el baterista Gustavo Cortiñas en Chicago; su homólogo Rodrigo Villanueva, un músico muy reconocido en el país y profesor en la Northern Illinois University; o Gerry López, quien estuvo viviendo en París, obteniendo reconocimientos y ganando concursos con su saxofón. Ahora está de vuelta creando proyectos fuertes como la Orquesta Nacional de Jazz, en los que sin duda está vertiendo la experiencia que adquirió fuera.

¿DÓNDE OÍR?

Esta semana la recomendaciones por supuesto, aprovechar la presencia de Mark Aanderud en la ciudad. Estará con Mole este sábado 9 de mayo en la Cineteca Nacional, a las 19:00 horas, el martes 12 en el Foro 81, a las 21:00, el jueves 14 en el Zinco Jazz Club, el viernes 15 en The Jazz Place, y cierra el domingo 17 en el Film Club Café.

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