El Banco Mundial bajó marginalmente su estimado sobre el crecimiento de México en este año pero lo mejoró para el 2019.
Así, estimó que el Producto Interno Bruto (PIB) crecerá 2.1 por ciento en 2018, ligeramente menor al 2.2 por ciento que había pronosticado en junio de 2017 y conforme se diluya la incertidumbre en torno al futuro del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), y al resultado de las elecciones presidenciales de julio, acelerará su expansión a un 2.6 por ciento en el 2019, más que el 2.5 por ciento que había pronosticado anteriormente.
"Notablemente una prolongada renegociación del TLCAN o en caso extremo, un colapso del acuerdo, podría desviar el crecimiento en México en el mediano plazo por una disminución del comercio", advirtió el organismo internacional.
Destaca que en 2017 México amplió su economía ligeramente más de lo previsto, en un 1.9 por ciento.
El consumo privado se mostró resiliente gracias a las condiciones saludables del mercado laboral, aunque se estima que la inversión se contrajo.
"El crecimiento de México fue ligeramente mejor al previsto, apoyado en la solidez del sector servicios y a pesar de los retos vinculados a la renegociación del TLCAN y los desastres naturales", expuso en el informe.
Debido a la incertidumbre sobre el curso que tomará el acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá, aunado a posibles cambios tras las elecciones presidenciales en junio, la inversión fija disminuyó en México durante 2017.
Sin embargo, determinó que la economía creció una vez que la menor inversión fue compensada con la salud del mercado laboral y crecimiento en las remesas, además de la contribución estimada por parte de las exportaciones netas.
América Latina acelera su crecimiento
Para la región de América Latina las perspectivas señalan una aceleración en su crecimiento a un 2 por ciento en 2018 y 2.6 por ciento en 2019, debido al fortalecimiento del consumo e inversión privados, especialmente en países exportadores de productos básicos.
La economía brasileña crecerá, según el Banco Mundial, un 2 por ciento; Argentina y Perú lo harán en 3 y 3.8 por ciento, respectivamente y también Colombia y Chile lo harán a tasas más de 2 por ciento, de 2.9 y 2.4 por ciento, cada una.
Entre los riesgos a la baja para el crecimiento de la región están las perturbaciones generadas por desastres naturales, efectos secundarios negativos provenientes de alteraciones en los mercados financieros internacionales o un aumento del proteccionismo comercial en Estados Unidos.
La economía mundial aumentará 3.1%
Durante 2018, el crecimiento de la economía mundial será de 3.1 por ciento después de que en 2017 creció mejor de lo previsto (3 por ciento), apoyada en la recuperación de la inversión, las manufacturas y el comercio
No obstante, el Banco Mundial advierte que no podrá sostenerse este ritmo de expansión y habrá una desaceleración en los siguientes años.
"En el largo plazo, la desaceleración del crecimiento potencial pone en riesgo los avances logrados en los niveles de vida y la reducción de la pobreza en todo el mundo", señala el organismo en su informe "Perspectivas económicas mundiales", de enero de 2018.
Tras su análisis, el organismo concluye que la desaceleración del crecimiento potencial es el resultado de años de escaso aumento de la productividad, inversiones insuficientes y envejecimiento de la fuerza de trabajo mundial. Este fenómeno afecta a un conjunto de economías que representan más del 65 por ciento del PIB mundial.
"Si no se procura revitalizar el crecimiento potencial, este declive podrá extenderse durante la próxima década y reducir el crecimiento mundial promedio en un cuarto de punto porcentual y el de los mercados emergentes y las economías en desarrollo en medio punto porcentual durante ese período", advierte en su informe.
Destaca que por primera vez desde la crisis financiera, la economía mundial funcionará cerca de su plena capacidad y hay que elevar la productividad con inversiones clave en capital humano y físico.
"En vista de que se espera que el potencial de crecimiento disminuya, los responsables de diseñar políticas deberán mirar más allá de los instrumentos monetarios y fiscales que se utilizan para estimular el crecimiento en el corto plazo y analizar la implementación de iniciativas que permitan impulsarlo en el largo plazo", dijo Jim Yong Kim, presidente del Banco Mundial.
Las perspectivas señalan que las economías avanzadas moderarán ligeramente su crecimiento en 2018 a 2.2 por ciento, a medida que los bancos centrales eliminen de forma gradual las iniciativas adoptadas después de la crisis, y el repunte de las inversiones se normalice.
En los mercados emergentes y las economías en desarrollo en su conjunto, el crecimiento se consolidará hasta alcanzar el 4.5 por ciento en 2018, dado que la actividad de los países exportadores de productos básicos continuará recuperándose.
"Esta amplia recuperación en el crecimiento mundial resulta alentadora, pero no es momento de adoptar actitudes complacientes", afirmó Yong Kim.