El peso mexicano está subvaluado por todos los indicadores y tiene bastante margen para apreciarse en circunstancias normales, dijo el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens.
El banco central se siente cómodo con la política monetaria actual tras el aumento de ayer de 50 puntos básicos en la tasa de interés de referencia del país. No obstante, si se presentan circunstancias extraordinarias, como que el candidato republicano Donald Trump consiga la presidencia de Estados Unidos, eso podría desencadenar un alza en las tasas, dijo Carstens en una entrevista en su oficina en la Ciudad de México.
"A menos que algo realmente extraordinario suceda, dada la información con la que contamos hoy, nos sentimos cómodos con esta postura de política monetaria", dijo.
Cuando se le preguntó si una victoria de Trump podría ser un evento extraordinario, dijo: "sí, ese podría ser uno. Depende de lo que suceda, lo que diga y cómo actúe. No es tan simple como poner una etiqueta. Todavía hay incertidumbre y tendremos que ver en dado caso cómo se comporta".
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El tipo de cambio efectivo del peso – su valor ponderado frente a una canasta de otras monedas principales en términos ajustados a la inflación – muestra que está subvaluado en comparación con las normas históricas.
La medida cayó al nivel más bajo desde 2009 el lunes, según un índice de Barclays, y está 15 por ciento por debajo de su promedio de 10 años.
Además, de acuerdo con el índice elaborado por el Banco de Pagos Internacional (BIS), el poder compra de la moneda mexicana se encuentra a un nivel semejante al de enero de 1996, es decir que el peso se ha devaluado más que el diferencial de inflación entre México y Estados Unidos, por lo que se lee que está subvaluado.
El Banco Central ha hecho un gran esfuerzo para reforzar a un debilitado peso y evitar la salida de capitales al elevar la tasa de interés en 1.5 puntos porcentuales, a 4.75 por ciento, diciendo que una tasa baja puede avivar la inflación.
El jueves, legisladores reiteraron su preocupación por la combinación de una moneda que se deprecia y un mayor riesgo de una inflación más alta, en momentos de que se desacelera el crecimiento económico, y advirtiendo que el nerviosismo alrededor de las elecciones de Estado podría intensificar la volatilidad en los mercados financieros.
El tercer aumento de tasas de este año llegó incluso mientras la inflación se ha mantenido por debajo de la meta del Banxico 3 por ciento durante más de un año.
Banxico dijo ayer que aunque la inflación y las expectativas para futuros aumentos de precios están anclados, los riesgos para la inflación han empeorado.
Carstens explicó este viernes su preocupación por la inflación y que la debilidad del peso se transfiera a los precios al consumidor.
"El parámetro del traspaso ha sido bajo y esperamos que siga siendo bajo, pero la depreciación ha sido considerable, así que creo que hay todavía cierto margen de más inflación, especialmente en la inflación subyacente".
El banquero central dijo que si la Comisión de Cambios interviene para vender dólares, es probable que se hará desde las reservas internacionales del país en lugar de tocar una línea de crédito flexible del Fondo Monetario Internacional.
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"En esta etapa nos sentimos cómodos con el nivel de reservas que tenemos", dijo Carstens. "Con respecto a línea con el fondo, estamos tratando de utilizar este instrumento como un instrumento más de precaución".
El peso ha tenido uno de las mayores caídas este año entre las principales monedas después de la libra esterlina por preocupaciones que incluyen la mejora de la posición de Trump en la elección presidencial de Estados Unidos, una brecha en la cuenta corriente local y el deterioro de las finanzas públicas.
La moneda alcanzó un mínimo histórico en las horas antes del primer debate presidencial de Estados Unidos el lunes, antes de repuntar en medio de percepción de los inversores de que Hillary Clinton superó Trump.
El candidato republicano ha propuesto renegociar o finalizar los acuerdos comerciales con México y el bloqueo de las remesas para obligar a México a pagar por un muro en la frontera con Estados Unidos con valor de 10 mil millones de dólares.
El peso fue esta semana la mejor divisa en el mundo, con un avance de 2.19 por ciento, recortando su caída en lo que va del año para dejarla en 11.2 por ciento.
El banco también dijo que la decisión no era parte de un ciclo de subidas de alzas, pese al aumento de 175 puntos base de diciembre a la fecha.
Después de reforzarse considerablemente después de la primera alza de tasa de este año en febrero en una reunión no programada, el peso ha mostrado poca reacción en el mercado con las dos decisiones posteriores.
Carstens dijo que más allá de las amenazas de Trump sobre la construcción de un muro fronterizo o renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), sus mayores preocupaciones sobre el candidato eran acerca de los efectos a largo plazo.
"Lo que me preocupa más es si la muy estrecha relación y cooperación entre México y los Estados Unidos es de alguna manera afectada", dijo Carstens.
"La cooperación muy amplia y cercana es la esencia".