CIUDAD DE MÉXICO.- La industria del mueble en México tiene una larga tradición artesanal que es poco competitiva y se ve amenazada por países como China, Brasil y Suecia (por la eventual llegada de IKEA). En los 60's la industria mexicana elevó la producción por el rápido crecimiento de la población.
En los 70's la demanda fue por mueble rústico colonial. En los 80's el mueble se fabricó predominantemente con tableros de aglomerado a expensas del mueble tradicional.
En los 90's el uso de maquinaria se popularizó y resurgió el mueble rústico. En los 2000 la innovación se popularizó con máquinas de control numérico y el mueble moderno minimalista se volvió popular. La producción ha caído desde 2006 y a partir de 2008 ha entrado en franca recesión.
Hay que detener el deterioro y cierre de empresas mexicanas, especialmente las micro y las pequeñas. La industria del mueble cuenta con 17,000 empresas aproximadamente, la gran mayoría son microempresas (95.1%).
En innovación en el 2013 México fue el país 63 de 142, lo que lo sitúa en el 45% del total, lo que no ayuda a crear nuevos productos sistemáticamente.
Los indicadores de la industria reflejan un panorama poco halagador.
El problema es que la competitividad mundial ha aumentado, por las cadenas de producción global establecidas por fabricantes y comerciantes que han reducido costos en un ambiente muy competitivo. La globalización de la industria se ha facilitado por innovaciones tecnológicas y por la reducción global de barreras a la inversión.
Los males estructurales en nuestra industria son: (1) muchas empresas pequeñas, (2) 6 a 7 empleados promedio por empresa, (3) diversos modelos y gran variedad de diseños, (4) una sola línea de productos, (5) poca maquinaria especializada y equipo semi industrial, e (6) industria semi desarrollada, con capacidad instalada ociosa y bajos volúmenes de producción.
*Profesor de la Universidad Iberoamericana