Economía

Cultivo de tabaco en México, condenado a la extinción

La superficie para la siembra del producto en el país cayó 81% en poco más de 30 años; además, el empleo y las inversiones en este sector  han registrado un fuerte descenso.

CIUDAD DE MÉXICO.- A finales de los años setenta el tabaco mexicano llegó a ser considerado el mejor del mundo, pero ahora su cultivo está condenado a la extinción.

La siembra de este producto muestra una drástica caída en las últimas décadas. El área utilizada para este fin se redujo de 38 mil 402 hectáreas en 1980 a tan sólo 7 mil 428 en el año anterior, es decir, un 81 por ciento menos.

La producción bajó de 93 mil 941 a 14 mil 626 toneladas en 2013, lo que implicó una caída de 84 por ciento, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).

Atrás quedaron los años en que el norte de Nayarit era considerado la "Costa de Oro", en donde ser campesino y tabaquero era un sinónimo de poder y riqueza, la producción de tabaco traía trabajo y prosperidad a todo aquel que se quisiera acoger a él.

IMPACTO EN EL SECTOR

Han pasado 34 años y el contrabando y piratería han provocado el abandono de miles de hectáreas y la migración de familias que dependían del cultivo de tabaco. Otros factores que han incidido en la caída de la producción es la baja competitividad frente a las importaciones a menores precios que no permiten que el cultivo sea un producto rentable como en el pasado.

Además están las presiones políticas de organizaciones sociales y de salud, que en la administración pasada obligó al entonces director de Fomento a la Agricultura de la Sagarpa, Simón Treviño, hacer el compromiso de que, para 2010, México erradicaría el cultivo de tabaco, a cambio de establecer un programa de reconversión productiva por otros cultivos acordes con el clima y calidad de suelos, principalmente.

No obstante, a pesar de la competencia que tiene la producción nacional de tabaco, el consumo sigue aumentando al grado de que el gobierno mexicano, dentro de su programa de salud, tienen que erogar 45 mil millones de pesos al año para atender a pacientes con problemas derivados del tabaquismo, problema que provoca la muerte de 60 mil mexicanos al año.

Con la Ley General para el Control del Tabaco expedida en febrero del 2008, se ha provocado que al menos el 38 por ciento de los cigarros que se consumen a nivel nacional sean de contrabando, lo que además pone en peligro la salud de los consumidores.

CAEN INVERSIÓN Y OCUPACIONES

Juan Manuel Piedra, dirigente de comunidades agrarias en Nayarit y de la Asociación Rural de Interés Colectivo de Productores de Tabaco, asegura que con la tendencia a la baja en la producción también se han caído los empleos y la inversión en el sector rural del estado.

Destacó que se han abandonado o reconvertido a otros productos miles de hectáreas de producción, con lo que de los 15 mil agricultores dedicados a esta actividad en los años 80 actualmente sólo se quedan dos mil, mientras que los jornales pasaron de 4.9 millones a sólo 612 mil.

Para los campesinos, la producción de hojas de tabaco resultaba una actividad más rentable que dedicarse a los cultivos de plantas comestibles como el maíz y el frijol, sin embargo, las empresas tabacaleras actualmente trabajan bajo el sistema de agricultura por contrato, es decir, nadie debe sembrar más tabaco pues de lo contrario se podrían quedar con sus cosechas por falta de compradores.

Pero la caída en la producción no sólo ha afectado a los productores de los 3 estados que sobreviven de la actividad (Nayarit, Veracruz y Chiapas), sino a pueblos completos de indígenas que abandonan sus comunidades para alquilarse como jornaleros, que actualmente han emigrado a zonas más lejanas, principalmente a Estados Unidos en busca de una mejor calidad de vida.

PROBLEMAS SOCIALES

"La mala planeación del gobierno federal provocó en Nayarit el aumento del desempleo y la migración, ya que el tabaco era una fuente de empleo para los familiares de los ejidatarios y para los indígenas que llegaban como jornaleros procedentes de los estados de Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Michoacán, así como de otras personas de Zacatecas y Jalisco", aseguró Octavio Meza, productor.

El gobierno federal, dijo, está equivocado si cree que con imponer más impuestos al tabaco se puede resolver el problema de consumo, porque se le va a venir otro problemas de mayores magnitudes, que es dejar en el abandono a miles de familias que dependen de la producción.

Para los productores, las promesas del gobierno federal de apoyar con la reconversión de cultivos de tabaco a productos rentables se ha quedado solo en promesas, pues actualmente miles de hectáreas están en el abandono y las pocas que se han podido trasformar han tenido problemas de comercialización.

Alejandro Tapia Flores, diputado local y productor en Nayarit, descartó la desaparición de la producción de tabaco en el país ya que los productores que sobran ven la producción como negocio y no como interés puramente social.

"Es un cultivo que te genera mucha mano de obra, empleos y reactivación de la economía de la zona, cada hectárea tiene una costo de producción de 50 mil pesos en promedio pero al final la utilidad es de entre 25 y 30 mil pesos lo que habla de la rentabilidad del cultivo".

La superficie utilizada actualmente es apenas el 16% de la utilizada en 1980

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