Las promesas de la Reforma Energética dieron pie a que surgieran una serie de empresas para aprovechar las oportunidades, algunas incluso en plena negociación en 2012, como fue el caso de Oro Negro, que se convirtió en uno de los proveedores de plataformas más importantes de Pemex, pero que hoy los recortes presupuestales y la falta de nuevos clientes, la tienen a punto de colapsar.
El precio del bono de la compañía se ha deslizado en el año de un máximo de 70 dólares por papel, a los actuales 60.82 dólares, de acuerdo con datos de Bloomberg.
Dicho bono llegó a cotizar por arriba de los 90 dólares hasta en 93.93 el 23 de octubre del 2014, una caída de 35 por ciento en los últimos tres años.
Apenas el 11 de agosto, Oro Negro relevó al público inversionista que Pemex le solicitaba ajustes a la baja en el monto a cinco contratos de perforación en plataformas.
El exdirector de Pemex, Luis Ramírez Corso y su empresa, enfrentan una decisión vital. En una carta a inversionistas, Oro Negro hizo énfasis en que Pemex ha advertido "que de no aceptar estos términos descritos todos los contratos serían terminados".
Al respecto, Ramses Pech, analista de Caravia y Asociados dijo que "tienen un problema porque ellos hicieron sus contratos y colocaron su deuda por medio de bonos y han estado negociando por tres o cuatro años cómo les van a pagar ante la falta de obra".
"En los contratos que Pemex tiene con las compañías ahí se especifica que no se le pagará nada cuando no hay trabajo y nada más recordar que les pidieron un descuento a todas las compañías para que pudieran tener trabajo, pero realmente no va a haber mucho trabajo", agregó.
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