La Secretaría del Medio Ambiente (Semarnat) está por otorgar la aprobación y permisos para que el proyecto "Bosques de Pamejé" pueda iniciar trabajos de desmonte, despalme y urbanización en 74 hectáreas de bosque en Valle de Bravo, Estado de México.
Según documentos de la propia dependencia (en posesión de El Financiero) el polígono —así denominado en el expediente— consta de un total de 84.307 hectáreas, de las cuales, 1.770 son propiedad privada y las restantes 82.53 son propiedad comunal. El desarrollo del Proyecto Residencial Campestre "Bosques de Pamejé" explotará 73.770 hectáreas para uso residencial, de esparcimiento deportivo, cultural y natural.
El proyecto de desarrollo —documento también en posesión de El Financiero— aspira a crear una "Reserva Natural Privada" con poco más de 250 residencias en condominio horizontal de 1,000 metros de construcción, además de extensas áreas comunes que incluyen salones de fiesta, centros sociales y deportivos, restaurante, club, plazas, parques, hotel, cabañas, etc.
Los antecedentes legales del terreno se inscriben en un decreto que data de 1991, que incluye 102 hectáreas de tierra comunal, para uso forestal, recreativo y de aprovechamiento de recursos naturales. El documento señala el área como una reserva para la protección de la flora y la fauna silvestre, poblada esencialmente por pinos, encinos y flora diversa.
Diversas organizaciones ambientales, vecinales y de defensa del medio ambiente en Valle de Bravo han organizado una serie de expresiones técnicas al proyecto, otras de protesta y algunas más de inconformidad a este desarrollo residencial en terrenos comunales, en donde se planean construir 249 casas.
GRANDES PÉRDIDAS
La Universidad del Medio Ambiente entre otras, han expresado su consternación por la tala de más de medio millón de árboles en las 73 hectáreas a urbanizar.
Según el documento, el proyecto implica la remoción de 53 hectáreas de bosque de pino, que representan poco más de seis mil metros cúbicos de materias primas maderables.
A esto se suma el impacto en la fauna silvestre, de especies como el pájaro carpintero, paloma aliblanca, pinzón mexicano, preliminar
, zopilote, zanate, tlacuache y conejos.
Además, el informe señala que si bien el área donde se realizará el proyecto no es un ecosistema con mucha demanda para las aves migratorias, no niega que es una zona dentro de la ruta migratoria de algunas especies.
El Resumen Técnico (7 páginas) de la Semarnat estipula que la inversión requerida para este desarrollo alcanza los 387 millones de pesos. Este Documento Técnico Unificado de Trámite para cambio de uso de suelo, está firmado por Tristán Canales Najjar (diputado federal por el PRI) y por su hermano, José Antonio Canales Najjar.
El proyecto contempla la construcción de 199 viviendas de cinco cuartos, 50 villas de tres cuartos y un hotel, con un total de mil 990 residentes. El polígono en cuestión, según la propia Semarnat, es de uso de suelo forestal, clasificado como de alta fragilidad ambiental, con política territorial de conservación.
Para conceder el cambio de uso de suelo, la Semarnat está obligada junto con las autoridades estatales, de realizar una consulta pública a la ciudadanía. Esta consulta está convocada para el viernes 8 de septiembre al interior del Club de Golf Avándaro, una propiedad privada que sólo permite el acceso a socios e invitados. No se realizará, según lo anunciado hasta ahora, una consulta abierta en plaza pública a población abierta, como señala la ley.
Tan sólo el pasado lunes 4 y martes 5 de septiembre, la página change.org en línea, registró 400 mil firmas en contra del ecocidio en Valle de Bravo.