En pocas horas México sabrá si tendría que soportar la aplicación de aranceles del 44 por ciento al azúcar exportada a EU o tiene que accionar un plan 'B' donde aplicaría cargos a la fructosa importada en caso de que las negociaciones terminen en un acuerdo que obligue a los ingenios exportar más edulcorante de menor calidad.
Especialistas coincidieron en que hay dos rutas a seguir si es que se da un escenario "negativo" donde baje de 53 a 15 por ciento la cantidad de azúcar refinada que se podrá exportar anualmente, con respecto al monto de las exportaciones totales, una demanda que EU estaría pujando, según señaló la Cámara Nacional de las Industrias Alcoholera y Azucarera (CNIAA).
Esto quiere decir que el 85 por ciento de las exportaciones tendrían que ser azúcar de menor calidad y si México no aceptara este trato podrían imponérsele aranceles que llegarían hasta el 80 por ciento, lo que lo sacaría del mercado, agregó el organismo.
Dependencia. EU importa al año alrededor de 3 millones de toneladas de azúcar, 20 por ciento de su oferta total.
Alternativa. México ha comenzado a diversificar su mercado de azúcar al vender a más países europeos y a Singapur.focos
LAS OPCIONES
La primera ruta a seguir en el corto plazo y tiene que ver con el ámbito doméstico, y es acelerar la penetración del azúcar mexicana en los mercados internacionales, donde, si bien se cotiza casi a la mitad de lo que vale en EU, implicaría aminorar las pérdidas, de acuerdo con Mariano Ruiz-Funes, socio de la consultora GEA.
"Dejarla en el mercado nacional causaría una terrible depresión de precios a nivel local por destinar al mercado nacional la parte exportable, con efectos no sólo para los productores de azúcar, sino para los cañeros ya que el precio de liquidación de la caña está vinculado al precio de venta del azúcar de exportación", subrayó Ruiz-Funes.
Tan sólo el viernes, los precios del azúcar en el mercado internacional cerraron en cerca casi 14 centavos de dólar por libra, mientras que en el mercado estadounidense rasgan los 29 centavos.
La segunda ruta a seguir y que tiene que ver directamente con EU es utilizar a las importaciones de jarabe de alta fructosa de maíz de ese país como una respuesta para hacer presión al imponerles aranceles y así sustituir la parte perdida en EU con el mercado local de la industria de bebidas y alimentos, una petición en la que la CNIAA ha insistido.
Esta maniobra, según expertos, generaría mucha presión en EU donde los productores de maíz de ese país verían afectados sus intereses.
"Si a México no lo tratan bien con el tema del azúcar de exportación puede haber ajustes en el tema de la alta fructosa, ¿y quiénes son los productores? Los productores de maíz del Corn Belt que apoyaron al presidente Donald Trump", dijo Bosco de la Vega Valladolid, presidente del Consejo Nacional Agropecuario.
Con esta frase dejó ver que no ve con malos ojos la propuesta de la CNIAA que ha pedido al gobierno imponer aranceles a la fructosa de EU en caso de que Washington no ceda y se mantenga en un plan que restrinja la entrada de azúcar refinada.
En este sentido, Ruiz-Funes, explicó que el primer paso sería imponer aranceles inmediatos a la fructosa importada del país del norte utilizando el permiso que la Organización Mundial de Comercio (OMC) otorgó recientemente a México de imponer aranceles con un monto total máximo de 163 millones de dólares luego de que el país saliera victorioso de la añeja disputa atunera con EU.
Y mientras se agota el monto máximo de 163 millones de dólares, el país podría acelerar un investigación de dumping contra la fructosa de EU pedida por la CNIAA.
"Eso daría tiempo para plantear un caso sólido de dumping y entonces meter aranceles por prácticas desleales de comercio en la fructosa", agregó el socio en GEA.
¿MAL ACUERDO?
Sin embargo, una fuente de la industria que se dedica a comercializar azúcar mexicana a EU quien pidió el anonimato, consideró factible que México acepte exportar menos azúcar de refino porque nunca ha alcanzado el cupo.