Las compras que realiza México al exterior alcanzaron una cifra sin precedente de 33 mil 599.3 millones de dólares en el pasado mayo, representando un crecimiento a tasa anual de 14.1 por ciento, de acuerdo con cifras reportadas por Inegi y el Banco de México.
Las importaciones de productos diferentes al petróleo experimentaron un alza generalizada en todos sus componentes, como respuesta en buena parte al comportamiento del tipo de cambio y, por otra, aunque en menor medida, al desempeño de la economía mexicana, aseguran analistas.
Los bienes intermedios, aquellos a sirven de insumo para la elaboración de productos finales destinados al consumo o la inversión productiva, alcanzaron un máximo histórico de 26 mil 499 millones de dólares en el quinto mes de este año, lo que significó una tasa de crecimiento anual de 15.5 por ciento, de acuerdo con cifras del Inegi y Banxico.
En tanto que los bienes de capital, los destinados a renovar o ampliar la capacidad de producción de las empresas, ascendieron a 3 mil 534. 4 millones de dólares, con un crecimiento a tasa anual del 11.1 por ciento.
Para el especialista en economía del Banorte Ixe, Alejandro Cervantes, la extraordinaria recuperación en las importaciones no petroleras se debe a dos factores.
"El primero es a la apreciación del peso observada en lo que va del año, lo cual abarato el precio de los productos de procedentes del exterior", explicó Cervantes.
"El segundo es que los consumidores y empresas pudieran estar realizando compras anticipadas de bienes importados, ante la posibilidad de nuevos periodos de presión de alza sobre el tipo de cambio del peso con el dólar".
El peso mexicano acumuló una apreciación frente al dólar de 9.67 por ciento hasta el pasado mayo, lo que la convirtió en una de las monedas con el mejor desempeño en el mundo.
Sin embargo, los nubarrones para el peso no se han alejado del todo. En adelante queda, sobre todo, la incertidumbre relacionado con las próximas negociaciones para renovar el tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Los otros riesgos se relacionan con la anémica recuperación de la economía norteamericana, los bajos precios del petróleo y lo que pueda hacer la Reserva Federal con su abultada hoja de balance, compuesta por 4.5 billones de dólares en bonos.
En el frente interno, queda el relacionado con proceso para renovar la Presidencia de la República, el cual estará presente desde finales de este año y a lo largo de 2018.
Tanto los factores externos como los internos apuntan a que la volatilidad en el tipo de cambio puede seguir siendo una de las principales características en los próximos meses, situación que influye para que se aprovechen el actual precio del dólar para anticipar compras de bienes al exterior.
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