El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) dedicó más de 250 mil millones de pesos al pago de pensiones y jubilaciones el año pasado, casi tres veces más que los 86 mil millones de pesos que destinó al tratamiento de las seis enfermedades crónico-degenerativas , donde más recursos requirió para su tratamiento en el mismo periodo.
El IMSS destinó poco más de 86 mil millones de pesos a la atención de pacientes con diabetes, hipertensión arterial, insuficiencia renal crónica terminal, cáncer de mama, VIH SIDA y el cáncer cérvico-uterino en 2014.
Ambos problemas van a la alza, y su impacto sobre las finanzas de la dependencia irá en aumento en los siguientes años ante el crecimiento de pacientes con enfermedades crónico degenerativas.
"Con base en las proyecciones de número de pacientes en tratamiento y costos médicos asociados, se estima que el gasto en estas enfermedades crecerá en los próximos años a una tasa promedio anual de 4 por ciento en términos reales", explicó el IMSS en el reporte 2015 entregado al Congreso este año.
El Instituto detalló que lo anterior se debe a la combinación de varios factores: un envejecimiento poblacional, derivado de un incremento en la esperanza de vida y la reducción en la fecundidad.
Además del alza de estas enfermedades por hábitos inadecuados como el tabaquismo, sedentarismo, consumo de azúcares y alimentos procesados.
El gasto de las enfermedades crónico degenerativas no es el único que sube, también lo harán los compromisos financieros del IMSS con sus pensionados, jubilados y trabajadores que se retirarán bajo los antiguos regímenes, lo cual llevará al menos hasta 2090, según datos de la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
La erogación de poco más de 86 mil millones de pesos en el tratamiento de seis enfermedades, representó el 32 por ciento del gasto médico del IMSS el año pasado.
Entre las enfermedades atendidas destacan la hipertensión y diabetes, con mayores recursos destinados.
Los montos gastados en los tratamientos de estas enfermedades crónico degenerativas se traduce en que en promedio el IMSS aportó 12 mil 885 pesos por cada uno de los 6.68 millones de pacientes con estos males.
En cambio, el Instituto erogó 70 mil pesos por cada uno de los 3.5 millones de jubilados y pensionados en promedio, según cálculos con cifras del IMSS y de la ASF.
El panorama para la dependencia en ambos frentes resulta desfavorable si se tiene en cuenta que el gasto en atención médica de las enfermedades crónico-degenerativas aumentará en los próximos años; mientras que las pensiones, que ya han recibido amplias reformas, se han convertido en una carga ineludible para el Gobierno federal.
"Aunque el pasivo laboral ya no continúa aumentando por las nuevas contrataciones de trabajadores, el IMSS debe hacer frente a un flujo creciente de pagos por pensiones, derivado de los actuales jubilados en curso de pago y de la incorporación futura al grupo de pensionados de los trabajadores en activo con derecho a este régimen", advirtió el IMSS.
El IMSS sólo toma en cuenta dentro de sus gastos el pago de las pensiones bajo las modificaciones de la Ley de 1973 y las de antes del 16 de octubre de 2005, para los cuales estima que los costos pasarán de 59 mil millones de pesos en 2014 a 100 mil millones de pesos en 2035, su pico antes de comenzar a disminuir.
Pero el IMSS aún "administra" el pago al resto de jubilados bajo el régimen de la Ley de 1973, y si bien ahora es el Gobierno el que garantiza esas pensiones, esto significó un costo de 174 mil millones el año pasado, a cuenta del presupuesto del IMSS.