COPA MUNDIAL
El entusiasmo que genera la Copa Mundial de futbol es único. Basta darse una vuelta por las calles aledañas al Centro Histórico de la Ciudad de México para ver a la venta decenas de camisetas, trompetas, sombreros, calcomanías, matracas, y balones, entre otras curiosidades.
La esperanza de que el equipo dirigido por Juan Carlos Osorio llegue al quinto partido 'muere al último', y eso lo saben muy bien los comerciantes ambulantes que buscan 'anotar' con la euforia mundialista.
"Hay una gran ola de consumo mundial alrededor del futbol, es decir que el Mundial es un evento deportivo, pero es también un gran evento económico, es inseparable de la actividad económica", apuntó Ciro Murayama, autor del libro "La economía del futbol".
Un sondeo de la Canacope Ciudad de México sobre el consumo durante el evento indica que las personas comprarán, en primer lugar, la playera oficial de la Selección (18.2 por ciento de respuestas), seguido del álbum oficial (14.8), un plan de datos (13.9) y la playera de otra selección (12.2), principalmente.
Pero gran parte de este consumo se hará en el mercado informal. El 34 por ciento de los consultados por el organismo indicó que compran productos originales; el 32 por ciento, productos "clonados" o "piratas"; 18 por ciento, no pone atención sobre sí es original o no y 16 por ciento no sabe el origen de esos productos.
En México, el 57 por ciento de la población ocupada está en la economía informal y en el sector comercio 59 por ciento son informales.
"Los comerciantes que tratarán de aprovechar la entrada económica extra que genera un evento como el Mundial, no cuentan con cobertura de seguridad social ni otros beneficios relacionados a un empleo formal, pues dicho sector tiene una alta tasa de vulnerabilidad, al reportar menores niveles de educación y de ingresos", señaló Arturo Vieyra, analista económico de Citibanamex.