CIUDAD DE MÉXICO.- La Agencia Espacial Mexicana (AEM) –creada en julio de 2010 como un organismo con patrimonio propio, pero dependiente de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes– nació con el objetivo de impulsar una política e infraestructura espacial, pero hasta ahora sus logros son limitados y para expertos como José Hernández, exastronauta de origen mexicano y empresario del sector aeroespacial, sólo ha quedado en una 'Agencia Power Point'.
"Estoy decepcionado de cómo va la Agencia. Creo que va muy despacio. Ya es tiempo de que se ponga las pilas y comience a trabajar en lo que yo llamo proyectos tangibles. Porque entonces sólo es Power Point Engineering (Ingeniería del Power Point). Hay que salir de eso", opinó Hernández.
La AEM ha quedado lastrada por la falta de recursos que la colocan muy por debajo de lo que se destina a estos menesteres en otras naciones como Argentina, Brasil, la India o China y muy lejano de alcanzar la estratósfera.
La Agencia recién ejerció su presupuesto en los casi 30 meses que lleva activa, pues aunque nació en 2010, los recursos que se le asignaron los gastó hasta 2013. El año pasado fue el primero en el que el organismo gozó de la totalidad de los recursos por 103.96 millones de pesos que le asignó el Congreso, aunque estos apenas sirvieron para avanzar en unos cuantos proyectos.
"El problema que veo es que para desarrollar proyectos de cierta importancia en el ámbito espacial, se requiere de tiempo, experiencia y presupuestos adecuados y en este sentido la Agencia es muy joven y sin duda cuenta con un presupuesto muy bajo para estas actividades, opinó el consultor experto en temas satelitales y exfuncionario de la SCT, Luis Manuel Brown.
La Auditoría Superior de la Federación (ASF) lamentó que el Programa Nacional de Actividades Espaciales (PNAE) 2011-2015 de la AEM se lleva a cabo de manera dispersa y aislada por instituciones académicas y científicas, lo que provoca que México dependa de bienes y servicios espaciales del extranjero, como la tecnología satelital.
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En la evaluación del desempeño de la Agencia durante 2013 y parte del 2014, la ASF criticó que México se rezagó en temas aeroespaciales, pues si bien el gobierno se ha impuesto metas terrenales –ni siquiera contempla poner a un hombre en órbita con sus propios recursos en los próximos 15 años– los actuales recursos humanos, materiales y presupuestales no alcanzan para completar los proyectos básicos para la AEM.
La AEM dedicó gran parte del año pasado a presentar diferentes propuestas piloto como la creación de una "infraestructura espacial nacional", un sistema de alerta temprana de desastres naturales, del cual sólo pudo presentar el proyecto de inversión a Hacienda, según su reporte anual 2014.
La Agencia no respondió a una solicitud de entrevista sobre el tema. Sin embargo en su reporte de 2014 reconoció que enfrenta una "carencia de recursos presupuestales para llevar a cabo de manera eficiente los programas sustantivos y relevantes de la institución" además de acusar la falta de "plazas suficientes para la estructura orgánica mínima indispensable para" su adecuada operación. La agencia opera con 81 empleados.
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La dependencia aportó este año dos millones de pesos para la construcción de un nanosatélite, un equipo de apenas un kilogramo, que por ahora servirá sólo como entrenamiento en este tipo de capacidades espaciales, pero que no tiene mayor uso práctico, y que aún sigue en construcción.
Las actividades del organismo, que según su constitución se encarga de guiar la política espacial del gobierno, se han centrado en general en la difusión del sector, la generación de propuestas piloto para proyectos aeroespaciales como la construcción de un telescopio, la asistencia a eventos internacionales, o la celebración de la próxima Feria Aeroespacial 2015.
En abril pasado la AEM modificó su estatuto orgánico para coordinar planes estratégicos para el desarrollo de infraestructura espacial básica y aplicada, en lugar de sólo hacerlo para obtener datos geomáticos. Además ahora la AEM tiene la posibilidad de escoger sus prioridades al involucrarse específicamente en proyectos "espaciales" y no "aeroespaciales", como originalmente estaba previsto en su creación en 2010.
La AEM pretende realizar su primera aportación al mundo espacial al participar de una misión lunar con una empresa ligada a la agencia espacial estadounidense, la NASA, para el 2017. La Agencia financiará la expedición a través de un fondo sectorial constituido con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), el cual se constituyó el año pasado con apenas 31.7 millones de pesos.
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