Los primeros 100 días de Donald Trump al frente de la Casa Blanca han estado rodeados de sorpresas, caídas en su popularidad y sobre todo, poco poder de concretar, lo que lleva a los analistas a considerar que este periodo simbólico puede ser considerado el choque de la realidad de un magnate de la IP con el sistema burocrático.
"Si me puede decir algo de valor que haya pasado le voy a dar una A. No hay hechos grandes", dijo el congresista Henry Cuellar a El Financiero, quien criticó la falta de soluciones concretas del mandatario y el poco conocimiento que tiene de cómo funciona el gobierno estadounidense.
En tanto que para el director del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), Luis Foncerrada, este periodo está caracterizado por el avance que los asesores más pragmáticos y técnicos de Trump están teniendo en la Casa Blanca, luego de una postura sumamente radical en campaña.
Sin embargo, Foncerrada advierte que debido a que Trump mantiene una retórica radical, pero en la práctica el gobierno y sus funcionarios parecen más moderados, esto abre espacio a la desconfianza del mandatario.
"Pareciera que estos comentarios o tuits del presidente (de EU) son cada vez menos tomados en serio y eso sí es peligroso. ¿Qué pasa en un país donde no cuenta el presidente?", dijo Foncerrada.
PARTEAGUAS PARA EMPRESARIOS
En tanto que para la iniciativa privada mexicana, hasta ahora, el mandato de Trump puede ser descrito como un antes y un después, de acuerdo con Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
"Fue un parteaguas en la relación comercial desde el punto de vista de los empresarios, un parteaguas en la relación comercial entre México y Estados Unidos. Es momento de reflexionar cuáles son nuestras sinergias y nuestros problemas que hemos tenido y debemos de resolver", dijo Castañón.
Y en sus poco más de tres meses en la oficina oval, cada día, menos estadounidenses creen que Trump cumplirá sus promesas, de acuerdo con una encuesta de Gallup en la que revela que sólo 45 por ciento dijo creer que su mandatario cumplirá promesas de campaña, cuando en febrero la cifra era de 62 por ciento.
La encuesta fue liberada el 17 de abril y cita datos de inicios de mes y antes de que se realizara la encuesta el presidente tuvo reveses como su fallido intento de tumbar la reforma de salud de su antecesor, Barack Obama, mejor conocida como Obamacare por falta de apoyo de los legisladores, incluso los republicanos.
Además, no ha podido pasar a la acción en la renegociación del TLCAN y básicamente se ha mantenido apegado al guión, criticarlo, decir que es espantoso, pero hasta la fecha, no se sabe a ciencia qué es lo que quiere cambiar.
En este sentido, Jessica de Alba, académica de la Universidad Anáhuac quien ha seguido de cerca el desarrollo de Trump desde su campaña electoral, reconoció que los 100 días de Trump han estado marcados por la sorpresa que ha generado su forma de gobernar.
"Trump se ha dado cuenta de que no por tener la voluntad de cambiar muchas cosas quiere decir que cuando está en la oficina va a poder hacerlo", dijo de Alba al citar casos como el muro con México, que no ha podido fondear
Sin embargo, también considera que a pesar de la poca concreción que ha tenido, el electorado que lo respaldó sigue contento con él.
Esto se debe a que su forma de gobernar logra dar una percepción positiva entre sus votantes más duros.
Un ejemplo son las cerca de 27 órdenes ejecutivas que Trump ha firmado que más que derivar en resultados concretos, prácticamente se limitan a dirigir a todas las dependencias y agencias federales a realizar investigaciones en procedimientos y protocolos con el fin de mejorarlos.
"Ha tenido muchas acciones que realmente no repercuten mucho o no tienen gran relevancia, pero que la percepción es que sí", dijo de Alba.