En el más reciente episodio de la disputa del atún entre México y Estados Unidos, la Organización Mundial de Comercio (OMC) falló en favor del vecino del norte, pero el país aún mantiene la capacidad de imponer sanciones comerciales a Washington para resarcir el daño causado a la industria atunera nacional, de acuerdo con el subsecretario de comercio exterior, Juan Carlos Baker.
"Todavía podemos aplicar las sanciones. Son procedimientos separados. No hemos perdido ese derecho. El otro procedimiento legal (el del último fallo) continuará y ya eventualmente nos dirán quién tiene la razón", dijo Baker.
En 2008, México presentó un caso por prácticas discriminatorias en contra de EU por el etiquetado "dolphin-safe", un sello que en ese país se daba a los productos de atún que fueron capturados de manera sostenible, pero que a México no se le ha otorgado, a pesar de que la pesca mexicana sí cumple con los estándares internacionales de pesca.
Ello, argumenta México, es discriminatorio y generó un daño para la industria atunera nacional. En 2013, la OMC falló a favor de México, al argumentar que la norma estadounidense iba en contra de las reglas de comercio internacional, lo que hizo que ese país modificara sus normas de etiquetado.
En 2016 la OMC falló otra vez a favor de México y determinó que las cambios a las normas de etiquetado hechas por EU fueron insuficientes, por lo que autorizó a México imponer sanciones a Washington por 163.23 millones de dólares para resarcir el daño generado a los atuneros nacionales.
Paralelamente, EU volvió a modificar sus normas de etiquetado y justo en este punto está la clave para entender porqué México puede todavía sancionar a Washington, ya que el último fallo de la OMC obedece a este cambio.
Esta última decisión de la OMC, admitió Baker, sorprendió a México. La Secretaría de Economía dijo apelará el último fallo. "No soy nadie para especular, pero es curioso que después de cuatro veces en que México ha ganado el caso, ahora, con todo el ambiente que tenemos, resulta que EU ganó", dijo.
Dado que el fallo no es definitivo, México mantiene el derecho de suspensión de beneficios en contra de EU por la incompatibilidad de las modificaciones de las reglas de etiquetado de atún de 2013, hasta que no se confirme definitivamente en apelación, que con las modificaciones de 2016 ese país cumple con las normas, apuntó.
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