El crecimiento de México durante 2018 será similar al de 2017, con un consumo interno menos fuerte, debido a la pérdida de poder adquisitivo, pero compensado con una fuerte demanda externa, que será impulsada por un tipo de cambio competitivo, señaló JP Morgan.
El banco estima que la economía mexicana crecerá 2.1 y 2.2 por ciento en 2017 y 2018, respectivamente.
No obstante, advirtió que los riesgos inclinan la balanza a la baja por la pérdida de inversiones, ante la incertidumbre generada por la renegociación del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN), combinada con la derivada del resultado de las elecciones presidenciales de julio.
"Los riesgos en nuestro escenario incluyen cualquier repercusión negativa de las negociaciones del TLCAN o la incertidumbre que podría seguir a una victoria de AMLO en las elecciones presidenciales. Creemos que el crecimiento se mantendrá casi sin cambios en 2.2 por ciento anual el próximo año, pero reconocemos que los riesgos están ligeramente sesgados a la baja", advirtió en un reporte.
En el documento "Perspectivas 2018 para América Latina: Surfeando el tsunami electoral", JP Morgan señala que el potencial de crecimiento de México es de 2.5 por ciento, pero no logrará superar ese nivel, tanto por factores coyunturales, como cíclicos.
AL, POR ARRIBA DE SU POTENCIAL
Por primera vez en los últimos cinco años, América Latina va en camino para crecer por arriba de su potencial, según JP Morgan, en 2018 crecerá 2.8 por ciento, cuando su potencial es de 2.4 por ciento, y superará en 1 punto porcentual al estimado de 2017.
Sin embargo, el banco advirtió riesgos a la baja por el ciclo electoral que será el más intenso de los últimos 12 años, con los resultados en México y Brasil como los de mayor incertidumbre.
"Nuestros modelo de previsiones supone que ninguna de las elecciones ofrecerá un resultado desestabilizador en el mercado, pero los nervios pueden prevalecer en medio de la falta de certeza", señala el reporte.
La firma mejoró su estimado para la región, al prever que el Producto Interno Bruto (PIB) aumente 2.8 por ciento en 2018, cuando en septiembre pasado previó un repunte de 2.5 por ciento.
En general, el banco encuentra a una América Latina donde las cuentas externas de las economías van saneándose para reequilibrarse y llevar a la región a moverse hacia un territorio más saludable. Con algunas excepciones, la consolidación fiscal es un trabajo en progreso, pero primordial para asegurar un mayor crecimiento sostenible a largo plazo.
Argentina mostrará una recuperación en su economía al crecer en 2018 un 3.3 por ciento, desde el 2.9 por ciento previsto para este año. De igual forma, Brasil mejorará su PIB a 2.8 por ciento, comparado con el 1.1 por ciento que crecerá en 2017.
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